Adiós al eterno “chatín”

Arturo Fernández (1929-2019) ha entrado a formar parte de los actores de leyenda que son capaces de morir en el escenario. A sus 90 años, hasta días antes de su óbito, aún representaba en un teatro madrileño la comedia Alta seducción, en la que encarnaba, inasequible al desaliento, el mismo personaje que venía repitiendo desde que en 1996 estrenó en Antena 3 La casa de los líos. En la serie, que le dio fama y premios, era Arturo Valdés, un seductor, entre pícaro y caballero, impecablemente vestido, que salía de un lío para meterse en otro para desespero de su hermana en la ficción (Lola Herrera). De hecho ya lo esbozó en 1993 con el Gonzalo Miralles en Truhanes, la otra serie que le consagró, junto a Paco Rabal. Su “chatín” y su “mira que te caneo” formaron ya parte del léxico popular forjado a pulso durante más de 70 años de profesión tanto en el cine como en el teatro. Un personaje inolvidable. Sin embargo en casa siempre le recordaremos, por aquello de la proximidad, como el comandante Félix Goñi, entrando en la leridana Atarbe al frente del regimiento Barleta.