Al final es lo que hay

Mucha plataforma exclusiva y, si me apuran todavía, un tanto elitista en el sentido de que si no estás en una de ellas ya no eres nadie, pero cuando algo interesa al personal se pasa a la tele generalista y convencional de manera masiva. Telecinco arrasó esta semana con toda la competencia (incluso en Catalunya) y con variado target desde adolescentes hasta pensionistas, para vivir en directo la expulsión de Kiko Jiménez (ex de muchas) y su triunfo en plató con su actual pareja (ahora mismo ya no sabemos), Sofía Suescún (ex de muchos), mientras su última conquista, Estela, pareja de Diego Matamoros, hijo de Kiko Matamoros, se quedaba en Guadalix. Con tres de las cuatro madres de cuerpo presente (la de Diego, por vergüenza torera no acudió), se montó un guiso escandaloso y morboso para que se relamiesen los adictos a este tipo de programas. Y mientras tanto Kiko remitiéndose a aquel famoso bolero Corazón Loco de Richard Dannenberg, que popularizó Antonio Machín en la España de los 40 entonando aquello de “cómo se puede querer dos mujeres a la vez, y no estar loco”.