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Velázquez, en el capítulo del martes.

Velázquez, en el capítulo del martes.SEGRE

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Ahora mismo, el peso de la cuarta temporada de El Ministerio del Tiempo lo están llevando los personajes secundarios de la serie de TVE, que sigue sin alcanzar los niveles de audiencia de las tres primeras. El tercer capítulo, flojito, la verdad, como ya escribimos en su momento, se salvaba por la excepcional escena final en la que, en la Granada de 1979, García Lorca (sensacional Ángel Ruiz diciendo tantas cosas sin abrir la boca) se emocionaba oyendo a Camarón cantar su Leyenda del tiempo y pronunciar, lo que ya se ha hecho viral, “he ganado yo, no ellos”. En el capítulo del martes, otro secundario del Ministerio, el pintor Velázquez (también excelente Julián Villagrán), dejó boquiabiertos a los espectadores paseando por el Museo del Prado hasta llegar ante sus Meninas y sentenciar: “La verdad es que me quedó de puta madre.” Fue lo mejor de un capítulo en el que Picasso aparecía tan activo sexualmente como Felipe II en el anterior. Y vimos ya al Anacronópete creado por Enrique Gaspar y Rimbau en 1887, ocho años antes que la máquina del tiempo de H.G. Wells.

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