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El Sr. Latorre, ínclito alcalde de Torrefarrera, nos viene sorprendiendo, cada cierto tiempo, con promesas que, pasado el tiempo, incumple reiteradamente; hace unos años, su promesa estrella fue la construcción de una residencia privada en un solar municipal, con proyecto realizado e incluso con la empresa que lo iba a realizar, se ve que desconocía, o tal vez no, que para adjudicar este tipo de obras es ilegal el hacerlo sin licitación pública; pasados ya unos cuantos años, el solar sigue en el mismo lugar y en el mismo estado, lo utilizan algunos incívicos para que sus perros defequen, ya que está lleno de excrementos. En definitiva, venta de humo, engaño electoral o como se quiera nombrar a este tipo de promesas incumplidas.

Hace unos pocos días, este mismo alcalde anunció en los medios de comunicación del ayuntamiento y en la prensa la construcción de un tanatorio, disponiendo ya, según dice, de un solar al lado del cementerio, que de momento sigue siendo de propiedad privada, de un proyecto difundido con gran alarde de medios y lo que no dice esta vez es si tiene o no ya la empresa que lo va a realizar, no obstante aclaró que el coste del tanatorio será superior a 370.000 €, pero da por hecho que recibirá una subvención de la Diputación, de la que él es vicepresidente, con un más que sustancioso salario, superior en el año 2015 a los 69.000 euros netos.

Lo curioso de esta historia del tanatorio es que ya fue una promesa en el pasado, desestimada por la presión vecinal, ya que se iba a ubicar en proximidad de viviendas, posteriormente se repite la historia con su ubicación en el Polígono, también desestimada y ahora, por último, de momento, en la proximidad del cementerio municipal, una vez más “reventa de humo”. ¿Realmente es esta una necesidad vital del pueblo de Torrefarrera? ¿O será una ocurrencia más de un aspirante a político profesional, ya ejerciendo como tal y proponiendo obras faraónicas innecesarias, solo para su loa personal? Este tranquilo y hermoso pueblo, con menos de cinco mil habitantes, está a escasos 4 kilómetros de Lleida capital, que sí dispone de un grandioso tanatorio, ubicado en una zona que está más próxima a Torrefarrera que incluso algunos de los barrios de la capital. ¿Nos merecemos los ciudadanos de Torrefarrera que reiteradamente nos revendan humo? ¡Imagínense cuantas cosas en beneficio de las personas de Torrefarrera, se pueden hacer con esta cantidad de dinero!

Se aproximan unas elecciones municipales, en las que habrá que pensar qué es lo que realmente necesita este pueblo y quienes están dispuestos a atender sus necesidades en el día a día.

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