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Seis sombreros para la vida

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a técnica de los seis sombreros para pensar fue creada por Edward de Bono (nacido en 1933) y publicada en su libro Six Thinking Hats, en 1985. De Bono se graduó en Psicología y Fisiología por la Universidad de Oxford, además de ser Doctor en Medicina por Cambridge. Es un referente en el marco de la creatividad y padre del término “pensamiento lateral”, otra técnica creativa de resolución de problemas de forma no habitual.

Los sombreros representan seis orientaciones del pensamiento, los cuales debemos utilizar a la hora de enfrentarnos a analizar, resolver o tomar decisiones de forma individual o en equipo. Los sombreros se utilizan de manera proactiva. El hecho de quitarse y ponerse un determinado sombrero a la hora de exponer sus pensamientos es esencial para que la técnica funcione con éxito, para hacernos pensar.

Se identifican seis colores de sombreros: el blanco, que es el inicial, el que aporta la información en estado puro, enuncia el problema o el aspecto a analizar. Es un sombrero frío y racional. El rojo es el sombrero del pensamiento emocional. Es un sombrero cálido y pasional. Expresa sentimientos sin tener que justificarlos. El negro representa oscuridad, la cautela o el pesimismo. Permite criticar de forma negativa el tema tratado y expondrá el peor punto de vista posible evaluando los posibles riesgos. El amarillo, el color de la alegría, del sol y la luz, de la brillantez. El sombrero amarillo representa el optimismo, el pensamiento positivo. Intentará hacer ver el lado bueno de las cosas, lo que puede aportar y beneficiar. El verde representa la naturaleza, la energía y el crecimiento. Es el sombrero del pensamiento creativo. Sirve de motivación artificial para promover la imaginación de las personas, aunque estas crean que no son creativas. El azul es el color de la seguridad, del control y del buen hacer. Realizará el resumen de lo que se lleva dicho y con el que se van concretando las conclusiones de todo el pensamiento colectivo.

Esos seis colores también determinan tu actitud ante la vida. Cada día eliges qué “sombrero para pensar” te pones y con él se dibuja una expresión en tu cara. Somos nosotros mismos los que elegimos de qué color va a ser nuestro día y cómo va a condicionar todo lo que nos ocurra. Algunos dicen que nos podemos levantar con “el pie izquierdo”, otros con el “sombrero negro”. Cada vez que uno se posa en nuestra cabeza cambiamos nuestra perspectiva, nuestras sensaciones y nuestra actitud. Así que si decidimos ponernos el sombrero blanco, veremos sólo los hechos, seremos neutrales, sin realizar ninguna interpretación. Si elegimos el rojo, seremos emocionales e intuitivos. Podremos inspeccionar nuestros propios sentimientos y los de los demás. Sin razón lógica. Con el negro veremos todo lo que puede salir mal y por qué no puede funcionar. Seremos negativos. Con el amarillo veremos los elementos constructivos de la realidad y las oportunidades. Seremos positivos y podemos hacer que las cosas sucedan. Con el verde veremos la realidad de forma creativa. Seremos imaginativos y provocativos, buscaremos todas las alternativas posibles. Con el azul veremos de manera organizada nuestro pensamiento y la realidad. Llegaremos a conclusiones y daremos paso a la acción.

Quizá hemos llevado mucho tiempo alguno de estos sombreros y ello ha condicionado nuestra visión, actitud y resultados ante la vida. Puede que ya sea el momento de ir poniéndonos alguno otro… En cualquier caso, decide bien qué sombreros para pensar escoges y cuál de ellos quieres llevar más tiempo en la cabeza.

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