Una galaxia muy lejana

Se podría decir que existen dos fracciones distintas en torno a este fenómeno cinematográfico que dura ya toda una vida. La primera es la de los nostálgicos, en la cual me incluyo, la que se sorprendió con la primera entrega de la saga y con aquellos rótulos que se perdían en el espacio anunciando aquello de “Hace mucho tiempo en una galaxia muy lejana...”; la que acojonaba con la sola presencia de un villano total con respiración asmática y de negro riguroso llamado Darth Vader, caballeros Jedi con pedigree, rebeldes con alma de kamikaze, unos R2-D2 y C3PO que ya solo son reliquias, líos familiares y un caradura impenitente de nombre Han Solo. Y así con las tres primeras entregas, que ya forman parte del imaginario emocional. La segunda fracción es la de las nuevas generaciones, las que también han visto las primigenias y no se amargan porque les endosen una película de 150 minutos –como si dura 300– y que ven de lo más natural que la rebelión contra la Primera Orden se eternice y que la Resistencia se retroalimente de viejas glorias que dicen adiós en cada entrega en este negocio global. Los últimos Jedi tiene batallas estelares y combates en tierra, filosofía de manual y héroes con discutible carisma, duelos morales entre el joven resentido y malo y la chica buena en período de aprendizaje, incuestionable espectacularidad y personajes que van a su bola, desperdiciados como un Oscar Isaac paródico, un Benicio del Toro fugaz o una Laura Dern sacrificada. Ahora que Disney es propietaria de todo esto no espero mucho más de aquello que añoro, pero sabré que es Navidad ya no por El Corte Inglés sino por Star Wars, aunque la reconozca bien poco.

ELS ÚLTIMS JEDI Direcció: Rian Johnson. Intèrprets: Daisy Ridley, Adam Driver, John Boyega. Cines: JCA Alpicat, Urgellenc (Tàrrega, Balaguer, Tremp). ★★★✩✩