Pecadillos veniales

Igual ya nadie se acuerda del caso pero en los Juegos Paralímpicos de Sídney-2000, la delegación española se cubrió de oprobio al descubrirse que su equipo de baloncesto solo contaba con dos miembros discapacitados, mientras que el resto eran jugadores sin ningún tipo de problema psíquico o físico. De hecho en la aplaudida Campeones de Javier Feser, que llegó a aspirar al Oscar de este año, se menciona dicho escándalo. Ahora, el director Vianney Lebasque retoma el tema protagonizado por el combinado español y presenta el caso con una comedia amable, evitando el mal gusto y el morbo y potenciando el humor, priorizando los valores del deporte y de espíritu de equipo frente a la adversidad, aunque sea haciendo trampas. Perdonables pecadillos veniales, en fin, sobre un equipo paralímpico francés, también en Sídney, en que compiten con dos minusválidos y siete parados desencantados que ven en el deporte una oportunidad para sacar tajada económica aunque luego la convivencia en la Villa Olímpica australiana les harán ver las cosas de otra manera. Aunque pueda parecer lo contrario un canto a la superación personal y a la integración.