La conciencia del mafioso

Un gran documental titulado Corleone. Mafia y sangre, dirigido por Mosco Boucault, muestra de un modo directo y terrible el imparable ascenso de los Corleonesi desde sus inicios hasta llegar al reinado del cruel Totò Riina, cuyas ansias de poder llenaron de cadáveres las calles de Palermo. El veterano realizador Marco Bellocchio expone los pliegues de la Cosa Nostra con El traidor, película sobre un personaje cuyo testimonio frente al juez Falcone fue clave para desmantelar un clan mafioso que extendía sus tentáculos a todos los niveles de la sociedad italiana, propiciando un macroproceso que llevó a Riina y a su imperio del crimen a la cárcel.

A través de Tommaso Buscetta, un personaje tan real como sus oscuros pasos como miembro de la Cosa Nostra, se centra de lleno en esa tragedia cotidiana vivida por un hombre que nunca creyó traicionar, todo lo contrario, al sentirse desencantado y asqueado por esa nueva forma de actuar, de ver que los postulados clásicos habían degenerado en hombres sin honor. Un individuo rocoso, tradicional, que lo arriesgó todo para frenar los desmanes de Riina, apodado ‘La bestia’ no sin razón, incluso la familia y el sentir profundo dolor por el asesinato de miembros de su propio entorno, papel interpretado por un actor excepcional como Pierfrancesco Favino, cuyo rostro parece haber sido moldeado a golpes, que nos conduce a las tripas de una historia en la que cada detalle, cada conducta de tan siniestros seres, acompañan una crónica sobre un tipo duro y sus sensaciones vitales, su vida amenazada y la de los suyos, su constante exilio y esa pesada carga de haber roto un código de silencio tan sagrado como criminal.