Signos de recuperación

Se ha anunciado tantas veces que la construcción empezaba a remontar que conviene valorar con cierto escepticismo los mensajes optimistas, pero lo cierto es que los últimos indicadores marcan evidentes signos de recuperación: las ventas durante 2016 subieron un 16 por ciento, si bien el 80 por ciento correspondió a viviendas de segunda mano, pero hasta los de nueva construcción marcan una mejora con respecto al 2015 en que prácticamente estuvo estancada, y el stock de pisos nuevos pendiente de venta no llega al millar, 881 en toda la provincia según el informe de la Asociación de Promotores que publicamos hoy, que viene a ser la décima parte de los que hay en Catalunya si bien tienen más años y en algunos casos no cumplen requisitos como el de eficiencia energética o el código técnico de edificación. Pero es un hecho que está bajando el stock de pisos nuevos sin vender, aunque también lo es que han bajado los precios con una media de 1.272 euros por metro cuadrado que, descontando el efecto alcista de Aran, donde el metro se cotiza a casi tres mil euros por metro útil, viene a ser la mitad de lo que se está pagando en Catalunya. Y curiosamente ha cambiado la demanda del público, que al menos en Lleida reclama pisos de más de 90 metros, frente a la oferta disponible que es de un promedio de 85, porque su actual vivienda se les ha quedado pequeña, lo que explicaría la mayor fluidez que se registra en el mercado de segunda mano. Es evidente que estamos muy lejos de las cifras anteriores a la crisis, que no se recuperarán, pero es significativo que también haya aumentado la demanda de solares para edificar pisos, con ventas de Incasòl y la Paeria y el anuncio de nuevas promociones. La construcción se va recuperando y la economía lo agradecerá.Once años despuésHan pasado once años desde que se denunció el pago de 1,2 millones por el gobierno balear al instituto Nóos y ocho meses desde que acabó el juicio, pero hoy se conocerá el fallo que esperan 17 acusados entre los que está la hermana del Rey, Cristina, y su cuñado Iñaki Urdangarin. Sea cual sea, la sentencia hará historia.