Voto de castigo y Macron, favorito

Los dos partidos que han monopolizado los gobiernos de la V República francesa han sufrido un fracaso histórico y por primera vez ni republicanos, antes gaullistas, ni socialistas tendrán alguno de los dos candidatos en la segunda vuelta presidencial. Los franceses han castigado la política de Hollande, las divisiones entre los socialistas y la falta de perfil de su candidato Hamon, que se ha quedado en un ridículo 6 por ciento, su peor resultado desde 1969, pero también los escándalos de corrupción que han salpicado al republicano Fillon y el hartazgo ante una derecha que también está dividida y no ha sabido presentar alternativas ni al radicalismo de Le Pen, ni al pragmatismo de Macron. Queda fuera de la segunda vuelta el izquierdista Melenchon, que con su 19 por ciento, puede considerarse vencedor moral y convertirse en una opción para las legislativas y para propiciar un giro a la izquierda del futuro gobierno. La noticia buena del domingo es que no ha ganado Le Pen y que con los resultados obtenidos parece claro que ganará la presidencia Macron, que ha sido el más votado y ya ha recibido los apoyos de destacados socialistas, como el expremier Valls o ahora del mismo Fillon, pero también hay una lectura preocupante por la consolidación del Frente Nacional como el partido más sólido con Marine Le Pen como una alternativa de futuro, si Macron no responde a las expectativas y no consigue consolidar un grupo sólido que le apoye, porque de momento es un candidato sin partido, con apoyos financieros, mediáticos y europeos, pero toda una incógnita a la hora de gobernar en unos momentos convulsos.

Tercera dimisión de Aguirre

Pocas salidas le quedaban a Esperanza Aguirre después del ingreso en prisión del que fue su número dos, Ignacio González, más allá de la dimisión que formalizó ayer como concejala y portavoz del PP en el ayuntamiento. Ya había dimitido como presidenta de la comunidad y como presidenta del PP madrileño y ahora habrá que ver si esta tercera dimisión sirve como cortafuegos y la riada no llega más arriba. Algo difícil, porque el PP madrileño ya tiene 25 imputados por corrupción.