Elecciones como referéndum

Hoy acaba el plazo para presentar coaliciones de cara a las elecciones del 21 de diciembre y salvo sorpresas de ultimísima hora, ya está claro que el PDeCAT y ERC no reeditarán la coalición Junts pel Sí, que fue la candidatura más votada en las elecciones del 27-S, aunque sí compartirán un programa común que pasa por la libertad de los políticos presos, el cierre de los procesos judiciales abiertos por el procés y un referéndum para que la ciudadanía se pronuncie sobre la independencia de Catalunya. A la vista del programa compartido, cabe preguntarse por qué no se presentan conjuntamente, pero es evidente que hay diferencias estratégicas y así ERC quiere ampliar el espectro hasta la CUP, que no decidirá si se presenta hasta el próximo fin de semana, o al sector independentista de Podem, algo que al PDeCAT le costaba aceptar porque hay unas diferencias ideológicas evidentes con los potenciales socios. La lista conjunta que planteaban los antiguos convergentes no es la misma que la defendida por ERC, con el factor añadido de que una coalición podía difuminar el pronóstico de las encuestas con subida de los republicanos y bajada de los antiguos convergentes, y la dificultad de la antigua CDC para encontrar un candidato de garantías teniendo en cuenta la renuncia previa de Puigdemont y la inhabilitación de Mas. La decisión de Puigdemont de aceptar la candidatura ha cambiado el equilibrio y al PDeCAT ya le parece bien presentarse por separado y más si existe un compromiso de no-beligerancia con el resto de candidaturas soberanistas y un programa común en la cuestión nacional. Es una opción razonable que ayudará a clarificar el panorama y la decisión de voto porque es evidente que la independencia defendida por el PDeCAT tiene poco que ver con la planteada por la CUP, de la misma forma que en el bando constitucionalista no defenderán el mismo modelo de Estado el PP, Ciudadanos o el PSC, que como era lógico tampoco se presentarán conjuntamente como habían planteado algunos grupos. Queda en el aire la opción de Catalunya en Comú y sus socios de Podemos, enfrascados en una crisis que ha acabado en dimisiones, y que durante esta campaña deberán definir si están a favor o no del proceso de independencia, de forma que las elecciones de diciembre se conviertan en la alternativa legal, clara y concreta del referéndum que no se ha podido celebrar sobre la independencia.