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El juez de primera instancia de Neumünster decidió anoche mantener en prisión al 130 presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Así, mientras se resuelve la demanda de extradición, el mandatario catalán cesado seguirá bajo custodia policial. Durante mucho tiempo, la cancillera Angela Merkel se ha mantenido al margen de esta delicada disputa pero, desde el domingo, Alemania está en el medio y el diario germano Der Spiegel aseguraba ayer que “Puigdemont no es un traidor, sino un político elegido democráticamente que quería hacer cumplir los intereses de sus electores por medios políticos”. La polémica por el proceso catalán se extiende pues cada día un poco más y Europa lo tiene ya muy complicado para refugiarse en “es un asunto interno”. Sea como sea, lo que está claro para todos es que Catalunya necesita urgentemente recuperar la Generalitat. De hecho, la única unanimidad que existe en la política catalana es la necesidad de formar un gobierno para poner fin al 155 y garantizar al menos el normal funcionamiento de la administración. Con los 66 diputados de JxCAT y ERC, los independentistas pueden y deben garantizar el restablecimiento de las instituciones, que es la manera más sensata de cumplir con el mandato de las urnas del 21 de diciembre.

Paralelamente, se puede buscar el frente democrático que reclama el presidente del Parlament, Roger Torrent, abriendo el abanico a otras formaciones, sindicatos y entidades catalanas, españolas e incluso internacionales, pero lo que no debería demorarse más es la restitución del gobierno catalán. Finalmente, cabe hacer una llamada a la calma a todos los ciudadanos, tanto a los que las emociones les empujan a la calle para reclamar lo que consideran legítimo y justo, como a los que, alejados o indiferentes al independentismo, solo quieren normalidad institucional y social. Catalunya ha llevado a cabo todas sus reclamaciones con unas manifestaciones multitudinarias y pacíficas que son un ejemplo en todo el mundo y así deben seguir, como ayer mismo pedía Puigdemont a través de un mensaje que hizo público su esposa, Marcela Topor. La violencia nunca es una solución, todo lo contrario puede perjudicar y deslegitimar la causa más justa del mundo. Serenidad y que cuanto antes el futuro de este país deje de estar en manos de los jueces.

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