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La indignación ciudadana tras la sentencia en la que los integrantes de la llamada “manada” son condenados por abusos y no por agresión sexual o violación no tiene precedentes y obliga a preguntarse sobre la adaptación de la justicia a la sociedad del siglo XXI y si los tribunales están más pendientes de los precedentes jurisprudenciales o del contacto con la realidad. A la vista del clamor desatado contra la sentencia, el Gobierno se apresuró ayer a anunciar la revisión de la tipificación de las agresiones sexuales en el Código Penal y si es necesario debe hacerse con urgencia para evitar casos como el comentado, pero también hay que analizar si estamos ante un problema de interpretación y de mentalidad, porque del relato de los hechos probados la inmensa mayoría de la sociedad deducimos sin la menor duda que sí hubo una intimidación más que evidente, que los cinco acusados abusaron de su superioridad y que ejercieron violencia contra la chica de forma clarísima. Sin embargo, dos jueces consideran que no hubo violencia, ni intimidación y un tercero aún llega a considerar que había “actos sexuales en un ambiente de jolgorio”. Y se remiten a diversa jurisprudencia para valorar el grado de violencia utilizado, para medir el nivel de consentimiento y el alcance de las lesiones poniendo la lupa en la respuesta y las reacciones de una chica amedrentada y no en la actuación de los agresores. Hay que reflexionar si es un problema de mentalidad porque entonces no se arregla con otra reforma del Código Penal. Don Andrés Después de 22 años en el Barça y con 31 títulos conseguidos, ayer anunció su despedida del club uno de los mejores jugadores de fútbol de los últimos tiempos con un ejercicio de la honestidad que ha marcado toda su carrera: se va porque considera que ya no puede dar lo mejor de sí mismo. Somos muchos los que pensamos que aún le quedan años de fútbol, pero Andrés Iniesta ha decidido cerrar su etapa en el Barça. Ha marcado una época y ha merecido muchos más reconocimientos, pero su mejor premio es la imagen que deja de gran futbolista y mejor persona.

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