Separación de poderes en España

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, defendió ayer que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) podría haber ejercido su “potestad disciplinaria” contra Ricardo Javier González, el magistrado que emitió en la sentencia de ‘La Manada’ un voto particular a favor de la absolución de los acusados de abuso sexual. “Todos saben que alguna persona tiene algún problema y una situación singular, que el Consejo no actúe y luego se produzcan resultados singulares... creo que eso se podría haber evitado”. La reacción fue inmediata y siete asociaciones de jueces y fiscales solicitaron en bloque la dimisión del ministro. Así, consideran que las manifestaciones de Catalá representan una intromisión del Gobierno en las resoluciones judiciales cuando, a su juicio, simplemente se debería limitar a “respetar y velar por el respeto del funcionamiento de las instituciones”. Al margen de los expedientes que tenga o haya tenido en el pasado Ricardo Javier González, no admite discusión posible que la sagrada separación de poderes, base de la democracia, debe ser respetada también y sobre todo por el Gobierno, cuya obligación es proponer cambiar las leyes cuando estas propician injusticias tan evidentes como la sentencia de ‘La Manada’. Ahora bien, el poder judicial también debería hacer autocrítica ante los muchos frentes que tiene abiertos y no reaccionar con corporativismo ya que la libertad de expresión también es un derecho fundamental. Primero de Mayo CCOO y UGT han organizado para este martes, 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, manifestaciones y concentraciones con el fin de reclamar mejores empleos y mayores salarios, pensiones dignas y más igualdad. Los sindicatos quieren aprovechar los actos de hoy para romper el “confort” de las organizaciones empresariales y para trasladar al Gobierno y a la patronal que si la negociación no avanza “habrá conflicto”. Ahora que la sociedad está movilizada por diferentes reivindicaciones, tanto económicas y sociales como políticas y judiciales, los sindicatos quieren también demostrar su poder de convocatoria y de liderazgo laboral.