SEGRE

Creado:

Actualizado:

Después de las candidaturas fallidas de Carles Puigdemont, Jordi Sànchez y Jordi Turull, el plan D ha funcionado y la mayoría soberanista ha investido 131 presidente de la Generalitat a Quim Torra, el candidato designado por Puigdemont para ejercer una presidencia interina con la perspectiva de unas nuevas elecciones en el horizonte próximo y sin agotar la legislatura. Torra ha recibido los votos de JxCat y ERC, y con la abstención de la CUP ha alcanzado la mayoría simple en segunda vuelta y como no está incurso en ningún procedimiento penal tomará posesión de la presidencia en los plazos previstos, una vez que se cumplan los trámites formales de que su elección sea notificada al rey, sin petición de audiencia del presidente del Parlament, y publicada en el Diari Oficial de la Generalitat. Lo mejor de la elección es que debe servir para que se levante el artículo 155 y la intervención de la Generalitat que se ha prolongado durante 199 días, aunque surjan voces desde algún partido españolista como Ciudadanos reclamando que se prolongue esta medida de excepción. El artículo se aplicó como respuesta a la declaración unilateral de independencia impulsada por Puigdemont y hasta que se celebraran las elecciones de diciembre que tenían que elegir nuevo presidente, pero no tiene ningún sentido mantenerlo una vez asegurada la mayoría necesaria para la investidura porque a Torra y su gobierno, como a todos, habrá que juzgarles por sus hechos y no por sus intenciones o por su ideología. En consecuencia, la elección de Torra debe servir para que Catalunya recupere sus instituciones, para que se forme gobierno y para que empiece a aplicar su programa electoral, y en este sentido hay que concederle tiempo para ver si está dispuesto a gobernar para todos los catalanes y si son sinceras sus disculpas por los tuits antiespañolistas que le hicieron famoso en su momento. Tanto el nuevo presidente de la Generalitat como el del gobierno español se refirieron ayer a la necesidad de diálogo y a su buena disposición inicial. Falta hará por parte de los dos que sea una voluntad real y no una simple declaración retórica, porque si alguna conclusión puede extraerse de los seis meses del 155 es que las políticas de confrontación no llevan a ninguna parte, solo sirven para crear división y brechas sociales y que las relaciones entre Catalunya y España han de estar marcadas por el diálogo y la colaboración.

tracking