SEGRE

Creado:

Actualizado:

Desafortunadamente tenemos que repetir la temática de ayer sobre la sangría que están suponiendo los accidentes de tráfico en Catalunya en general y en Lleida en particular porque, tras un domingo nefasto con cuatro fallecidos en dos siniestros, en Balaguer y en Bassella, ayer nos despertamos con un nuevo choque, esta vez en Ribera d’Ondara, que se cobró otras dos vidas más.

Si el caso de Balaguer era especialmente dramático, al morir dos hermanos y la pareja de uno de ellos, de edades comprendidas entre los 23 y los 30 años, el accidente de ayer no es menos espeluznante.

Fallecieron un camionero, cuyo tráiler se había averiado, y el conductor de la furgoneta que fue a socorrerle, cuando ambos fueron arrollados por otro camión que se los llevó por delante y a sus respectivos vehículos. A raíz de esta alta siniestralidad y sus trágicos resultados (en Catalunya han perdido la vida 128 personas en lo que llevamos de año, cifra notablemente superior a la registrada en las mismas fechas de 2017), el Servei Català de Trànsit (SCT) anunció ayer que intensificará la presencia policial en las carreteras con más controles y más sanciones.

“Nuestro objetivo es la visión cero en accidentes de tráfico y seremos lo máximo de contundentes e implacables” con las actuaciones de riesgo, como podría ser el uso del móvil al volante, según dijo el director del SCT, Juli Gendrau, que calificó las últimas 24 horas como “nefastas”. En este sentido abundó en que la siniestralidad mortal se había disparado un 90% en días festivos, señalando que “la relajación en momentos de ocio y celebraciones acaba produciendo distracciones, exceso de velocidad y confianzas que, a su vez, provocan víctimas mortales”.

Sería bueno pues reflexionar a nivel personal, antes de sentarnos al volante, de la responsabilidad que esto implica, más allá de las medidas coercitivas que impongan las administraciones competentes. Porque un despiste de escasos segundos para atender el teléfono o cambiar la emisora de radio o la música que escuchamos puede comportar consecuencias dramáticas. No llevar el cinturón de seguridad en caso de accidente, circulando a solo 50 kilómetros por hora, tiene unos efectos similares a si saltáramos de un tercer piso. Quizá visualizar estas circunstancias, ni que sea solo un momento, nos puede ayudar a agudizar los cinco sentidos antes de ponernos en la carretera.

tracking