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Fèlix Larrosa es desde ayer el nuevo alcalde de Lleida tras la renuncia de su predecesor, Àngel Ros, para pasar a ser el embajador español en Andorra, y después de ganar el proceso de primarias del PSC. El nuevo Paer en Cap hizo ayer un discurso muy conciliador y de mano tendida, tanto a la oposición como a la ciudadanía, verdadera titular de la soberanía que los ediles ejercen en su nombre. Larrosa agradeció la labor de sus antecesores, tanto a Àngel Ros como a Antoni Siurana, pero marcó clara distancia con el último titular de la vara de alcalde. Quiere que se le juzgue por lo que pueda hacer en estos nueve meses que faltan para las elecciones municipales y centró sus primeras medidas en la atención a las personas mayores y los jóvenes, como polos del pulso social de la ciudad. En cuanto al tema soberanista aseguró que seguirá con fidelidad la tradición catalanista del socialismo catalán y prometió diálogo con todos. La oposición valoró el talante de Larrosa, aunque, como es lógico, la gran mayoría ya tienen la mirada puesta en los próximos comicios locales y será difícil llegar a grandes consensos de ciudad en tan poco espacio de tiempo pero, por lo oído ayer, seguro que lo intentará. Lazos amarillos y distensión

La llegada al gobierno español de Pedro Sánchez propició una distensión más que necesaria en el clima político entre las administraciones catalanas y del Estado. No se han producido avances notables en las negociaciones pero la renuncia a seguir judicializando el proceso y el diálogo iniciado entre Madrid y Barcelona hacían albergar esperanzas. Pero los partidos que quedaron al margen del cambio han optado por boicotear todo avance y siguen echando gasolina al fuego. La polémica de los lazos amarillos, que al igual que todo puede resolverse buscando ámbitos neutrales para unos y para otros, no es una buena noticia para nadie, porque tanto los partidarios de la independencia como los que no lo son comparten como prioridad el bienestar social, progreso económico y convivencia cívica y que líderes de partidos auspicien cruzadas nocturnas contra lazos no es el camino a seguir.

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