Máxima prevención en el porcino

Los Mossos d’Esquadra harán controles en las carreteras de camiones que transporten cerdos para evitar la entrada de la peste porcina africana en Catalunya, que ya afecta a estos animales en varios países europeos. Así lo anunció la consellera de Agricultura, Teresa Jordà, tras inaugurar la Fira de Sant Miquel el jueves. Añadió que la Generalitat prepara “una comisión interdepartamental” con Interior, Salud, Economía, Trabajo y Territorio y Sostenibilidad para abordar esta cuestión. “No escatimaremos esfuerzos”, remarcó. Admitió que “la peste porcina africana es una amenaza latente desde hace años” y apuntó que la alarma de hace dos semanas en Bélgica motivó que la conselleria se reuniese con el sector y tomase medidas. En este sentido, indicó que ha solicitado una reunión mañana con el ministro de Agricultura, Luis Planas, que clausurará la feria, y con el sector para tratar “de las inspecciones en origen”. Hace bien la administración catalana en extremar las precauciones porque las pérdidas que causaría la entrada de la enfermedad serían mucho más graves que en 1997 y 2001 porque en estos momentos el cincuenta por ciento de la producción leridana, líder en el estado, se destina a la exportación y el cierre de fronteras tendría unas consecuencias nefastas para la economía de Ponent. El mayor peligro, como es sabido, proviene de la fauna salvaje, básicamente jabalíes, lo que hace muy complicado controlar el movimiento de estos animales. En el aspecto positivo, cabe resaltar que las medidas de bioseguridad, desde higiene de las granjas, camiones y caminos a carreteras, han mejorado mucho en estos últimos años, lo que fortalece el muro de protección indispensable en estos casos. El sector porcino viene de unos años muy buenos de precios, aunque en el actual ejercicio se ha ralentizado esta tendencia alcista porque China ha frenado las compras de cerdos, por lo que evitar la peste es una auténtica prioridad para productores, integradores y administración. Toda precaución es poca y más en un momento en que el centro de estudios del porcino de Torrelameu, que impulsa la Diputación, abre un abanico de mejora, innovación y progreso para todo el sector. Además, la nueva facultad de Veterinaria, una vez conseguidos los estudios superiores, confiere a Lleida una potencialidad máxima para el liderazgo, a la espera, evidentemente, del gran matadero que requieren las comarcas de Lleida.