La hora seguirá cambiando

Hemos cambiado la hora, y sin tiempo a que los organismos se acostumbren al nuevo horario, desde la Unión Europea ya avisan que la supresión de esta medida que Juncker había anunciado para marzo del año que viene va para largo. Todo apunta que seguiremos cambiando las manecillas a finales de marzo y de octubre, criticando las alteraciones que produce este cambio y discutiendo las ventajas e inconvenientes del horario de verano o de invierno. En lo que sí parece haber unanimidad es en que las causas que provocaron esta modificación horaria, un supuesto ahorro energético tras la crisis del petróleo, han dejado de tener sentido porque se ha demostrado que el ahorro es escaso, y que son mayores los trastornos que genera que los posibles beneficios. De hecho, el 83 por ciento de los 4.6 millones de europeos que participaron en la consulta convocada por la Comisión Europea se mostraron partidarios de la abolición del cambio, pero en lo que no hay consenso es en qué horario debe mantenerse, si el de invierno o el de verano. Y como suele pasar, unos países, los menos, quieren seguir adelantado y retrasando la hora dos veces al año, otros prefieren el horario de verano de dos horas de diferencia respecto al solar, otros apuestan por el de invierno, con solo una hora de margen, y otros aún no lo tienen claro. Como se necesita consenso y además las compañías aéreas alertan de problemas si se elimina el cambio, Europa se lo tomará con calma y seguiremos con el ritual de atrasar la hora a finales de octubre y adelantarla en marzo hasta 2021 como mínimo. Todo muy propio de la dinámica europea. Merkel se despide La derrota de los grandes partidos alemanes, democristianos y socialdemócratas, en Hesse ha provocado el anuncio de que la canciller Angela Merkel no se presentará a la reelección al frente de su partido, CDU, que ha obtenido los peores resultados en 50 años, ni como canciller de Alemania, después de 13 años al frente del país, asumiendo también un liderazgo europeo que ahora queda huérfano. Se le pueden discutir muchas decisiones, pero su europeísmo está fuera de dudas.