El aceite, camino de la excelencia

La 56 edición de la Fira de l’Oli de Les Garrigues arrancó ayer en Les Borges con 91 expositores y una sesentena de paradistas con el reto de superar el impacto de negocio de la pasada edición, situado en 1,7 millones de euros y 69.000 litros vendidos. El presidente de la DO, Enric Dalmau, asegura que los millones de kilos de producción son inferiores a los del pasado año, aunque están muy contentos de la calidad y se presupone el precio. Al margen de consideraciones propias del momento que atravesamos, con el peligro del Brexit que puede poner en riesgo la importante exportación a las islas británicas, cabe destacar por encima de todo el crecimiento que ha experimentado, tanto en calidad como en cantidad y en repercusión en la economía y el empleo de la comarca el oro verde de Les Garrigues. Y esta trascendencia en el mercado y en las mejoras para los productores y cooperativas ha ido siempre parejo al certamen del aceite de Les Borges. Lleida, con su feria agraria, y Mollerussa, con la de maquinaria agrícola, han ocupado siempre los primeros puestos de las muestras que en Ponent se han venido celebrando desde tiempos inmemoriales. Pero el certamen de aceite ha ido ganando en presencia e importancia año a año, kilo a kilo, productor a productor, hasta situarse en los puestos top del escaparate agrario exportable a todo el mundo. Tanta significación ha alcanzado el aceite que no hay anuario económico que se precie y que analice el sector primario de Lleida que no sitúe a este producto como líder del crecimiento, sobre todo en el período tras la crisis que comportó el estancamiento de la construcción y la moderación de los servicios. Así, por poner solo un ejemplo, de los crecimientos negativos de hace un par de décadas, donde siempre ocupaba Les Garrigues un lugar destacado por el envejecimiento de su población y la falta de industrias, hemos pasado a que, en el año 2017, esta comarca lideraba la tasa de crecimiento, sobre todo en exportaciones, con un 9,7%, según el resumen anual del BBVA. Es evidente que quedan muchos retos por delante, de los cuales la mejora de la comercialización ocupa el primer puesto ya que todavía se vende aceite en cuba, pero la hoja de ruta de la excelencia está señalada y definida y cuando el camino está a medio hacer es mucho más fácil ver la meta y hacer el esfuerzo personal y colectivo necesario para llegar a ella. Buena feria a todos.