Claro y contundente

No tenía por qué declarar en el Supremo porque quien era máximo responsable de los Mossos también está acusado de rebelión por los mismos hechos en la Audiencia Nacional, pero Josep Lluís Trapero en un gesto que le honra quiso responder a todas las preguntas que le formularon en el TS para intentar aclarar los hechos. Lo hizo con un tono sereno, claro, de forma documentada y puntualizando en algunas cuestiones a sus interrogadores y, lo que es más importante, aportando detalles que pueden ser trascendentes para el caso. Explicó con detalle el dispositivo de los Mossos tanto en la manifestación ante la Conselleria de Economía como en los preparativos del 1-O, defendiendo siempre la profesionalidad del cuerpo policial, pero también dejó claras tanto sus discrepancias con el comisionado Pérez de los Cobos como las diferencias con los dirigentes políticos catalanes. Así reconoció que al igual que el conseller Jané, que presentó su dimisión, se sentía incómodo con la situación que se estaba viviendo, consideró que su sucesor, Joaquim Forn, tenía “un punto de irresponsabilidad” o que confundió a la gente con el papel de los Mossos y lo que es más importante, a preguntas del juez Marchena, se refirió a las reuniones que pidió con Puigdemont y los máximos dirigentes políticos antes de la declaración de independencia de octubre, en las que los responsables de los Mossos mostraron su preocupación por los hechos y, aunque “desconocíamos la trascendencia jurídica y qué delitos, veíamos que era de una cierta gravedad y nos poníamos a disposición del órgano judicial por si ordenaban alguna actuación”. Concretando aún más, Trapero aseguró que habló por teléfono con la Fiscalía de Catalunya y el Tribunal Superior y que tenían un dispositivo para detener a los entonces presidente Carles Puigdemont, vicepresidente Oriol Junqueras y los consellers si se aprobaba la declaración unilateral de independencia. Cada parte interpretará las palabras de Trapero a su manera y mientras unos destacan la falta de violencia en la actuación del cuerpo que inhabilitaría las peticiones de rebelión, otros se refieren a que la misma cúpula de los Mossos advirtió a los responsables políticos de la posibilidad de que existiera algún tipo de delito en la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre. Y también es importante que haya preservado la autonomía de los Mossos frente a los dirigentes políticos.