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La coincidencia con las elecciones municipales, con mayor proximidad para el ciudadano y más rivalidad para el control de ayuntamientos y diputaciones, ha dejado en segundo plano la convocatoria de unas elecciones europeas que siguen teniendo una trascendencia que no siempre valora el ciudadano, tal vez por desconocimiento o discrepancias con la idea europea que se ha impuesto o bien por la lejanía de los centros de poder europeos. Es significativo que la participación en estas elecciones ha estado siempre por debajo del 50 por ciento cuando se han celebrado en solitario, 43,8 en las últimas de 2014, 44,9 en 2009, 45,14 en 2004 y 39,74 en 1999, mientras que cuando han coincidido con otros comicios, como fue el caso de las andaluzas en 1994, subió hasta el 59,14 y aún subió más en las primeras en 1987, en que coincidieron con las municipales como ahora y llegó hasta el 68,52. En cualquier caso, muy lejos de la participación registrada en las últimas generales de hace tres semanas, en las que se llegó al 75 por ciento, no parece que el domingo 26 pueda alcanzarse una cota similar aunque sea a remolque de unas municipales, más inciertas que nunca, si bien en Catalunya sí puede registrarse un aumento de la participación histórica por la presencia como candidatos de los dos líderes del independentismo, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, en listas separadas, que significativamente son los dos candidatos más conocidos no solo en Catalunya sino en el conjunto de España, según la encuesta de Metroscopia que publicamos ayer. Los dos saldrían elegidos eurodiputados a tenor del citado sondeo con unos resultados igualados que dejarían en el aire la hegemonía del independentismo, que es una de las batallas que se plantean en estas europeas, que pueden representar también la traslación del conflicto catalán al Parlamento europeo. Por lo que respecta al ámbito estatal, los pronósticos apuntan a que el PSOE volverá a ser el partido más votado siguiendo la inercia de las generales y arrebatando la primacía al PP, que ganó hace cinco años, y ahora continuaría bajando, aunque evita el sorpasso de Ciudadanos que al igual que Unidos Podemos mejoran respecto a las anteriores y se disputan el tercer puesto. Falta una semana de campaña en la que el tema europeo seguirá en segundo plano respecto a las batallas municipales, pero se adivinan más competidas y trascendentales que en anteriores citas.

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