El pueblo tiene otra vez la palabra

Un total de 299.223 leridanos están llamados hoy a las urnas para elegir a los alcaldes y concejales de los 231 ayuntamientos de las comarcas de Ponent. De todas las elecciones en las que tenemos derecho a votar, las municipales son sin duda las más próximas al ciudadano y en las que se prima más las personas que las ideologías. Los servicios de proximidad, calles, equipamientos, el urbanismo, los residuos y por supuesto la primera atención a los colectivos vulnerables son el primer eslabón de la administración y el más sensible, o así debería ser, a nuestro bienestar cotidiano. En Lleida, con una gran mayoría de municipios de menos de 5.000 habitantes, la relación entre vecinos y representantes públicos se hace aún más estrecha, lo que confiere más cercanía a sus relaciones. No olvidemos tampoco que de los resultados de cada consistorio depende también la configuración de los consells comarcals y de la Diputación, dos órganos fundamentales para la organización de la administración y las obras o proyectos a ejecutar. Los primeros no tienen fondos propios y se nutren exclusivamente de la Generalitat, pero su prestación de servicios es indispensable en ámbitos que se han convertido en básicos para el confort colectivo. Transporte comarcal, caminos, planes para jóvenes, ayudas sociales, comedores escolares y un sinfín de servicios que se han acercado al ciudadano y que sin duda mejoran la calidad de vida. La Corporación provincial es el gran banco de los pueblos, el gran ayuntamiento de ayuntamientos, como lo bautizó Ramon Vilalta hace ya muchos años, y de su reparto financiero penden la mayoría de obras locales. Aran también está llamada a escoger su Conselh Generau y por tanto las directrices marco del pequeño país occitano, que convive y comparte con Catalunya deseos de mayor autogobierno y financiación. Por último, 314.261 ciudadanos de Lleida están también invitados a votar en las elecciones de la UE y sus 59 europarlamentarios, en circunscripción única estatal. Europa vive momentos de tensión con el Brexit británico, el aumento de los populismos y la crisis humanitaria del Mediterráneo, aunque en Catalunya el prioritario interés en esta ocasión se centre en la pugna entre independentistas y constitucionalistas. Ustedes tienen hoy de nuevo la palabra para revalidar la expresión máxima en democracia: las urnas.