Acuerdo complicado

Después de que el lunes Esquerra retrasara hasta enero su apoyo a una posible investidura de Sánchez, ayer las dos delegaciones reunidas constataron “avances en la definición de los instrumentos necesarios para encauzar el conflicto político sobre el futuro de Catalunya”. Detrás de este alambicado eufemismo, cabe interpretar que avanzan en la definición de la reclamada mesa de diálogo y que como mínimo seguirán negociando y hasta pueden abrir el ámbito a JxCat en la que ayer unos, Eduard Pujol, justificaban la retirada de una moción de autodeterminación para no interferir y otros, Laura Borràs, insistían en que su prioridad no es facilitar la investidura de Sánchez. Pero no es el mayor de los obstáculos que encontrará el equipo negociador del PSOE porque la agenda se va complicando, ya que esta misma semana se conocerá la propuesta de las juntas de tratamiento penitenciari, que determinarán el grado de los dirigentes condenados, y los posibles recursos de la fiscalía, que puede influir en las posturas negociadoras. Y la próxima semana, el 19, se dirime en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea si Oriol Junqueras puede acogerse a la inmunidad desde su elección como eurodiputado, y si esta resolución puede acabar beneficiando a Puigdemont, que ni ha sido juzgado ni condenado al haber marchado a Bruselas. Y después, el sábado 21, Esquerra celebra su congreso, que debería marcar su postura y si entre sus prioridades figura facilitar la investidura de Pedro Sánchez. Algo que sigue sin estar claro pese a los avances del comunicado oficial y que también está despertando recelos en otros potenciales apoyos del candidato socialista como se vio ayer en los primeros contactos con el rey y que cuenta con la abierta oposición de algunos dirigentes socialistas que desde el primer momento se han mostrado contrarios a pedir la abstención de Esquerra. Las dos partes tendrán problemas para justificar su postura porque los republicanos necesitan visualizar que han conseguido cesiones, que desde Madrid la derecha se apresurará a presentar como rendiciones y ciertamente el margen en el que pueden moverse es limitado y aún puede restringirse más en función de lo que pase con los presos. Y a medida que se desgaste la negociación con Esquerra, se intensificarán los cantos de sirena para que Sánchez recabe el apoyo de la derecha con el fin de no depender de los independentistas y garantizar la gobernabilidad.