Por unos precios agrarios justos

El Gobierno dio ayer luz verde a un real decreto, por el que se adoptan determinadas medidas urgentes para garantizar unos precios justos a los agricultores y ganaderos, que incluye la prohibición de la venta por debajo de costes y las promociones de carácter engañoso. Se prohíbe la destrucción de valor en cada elemento de la cadena, ni la industria ni la distribución podrá vender por debajo del precio que haya costado producirlo, con la excepción de productos perecederos para evitar el despilfarro alimentario, afirmó el ministro Planas, quien insistió en que no se producirá un incremento de precios al consumidor. El Gobierno cree que eso es posible si cada uno asume su responsabilidad en el marco de la cadena y así podrá existir una mejor retribución de la riqueza y el trabajo. Evidentemente se trata de una buena noticia, pero de la que será necesario conocer la letra pequeña. ¿Quién fijará el precio mínimo si no hay acuerdos? ¿Quién evitará que se repercuta el pacto en los consumidores? ¿Qué ocurre con los productos llegados de la importación? ¿Cómo queda la libre competencia? Estas y otras cuestiones deberán ser analizadas y sobre todo desarrolladas en los próximos días. Al igual que en todas las leyes o decretos, tan importante es su redactado y aprobación como su desarrollo, y ahí es dónde suele flaquear la administración.

La importancia del diálogo Gobierno y Generalitat se sientan hoy por la tarde en el Palacio de la Moncloa para iniciar un diálogo que ha de servir para avanzar en un “conflicto político demasiado tiempo enquistado”. Las expectativas por parte del Ejecutivo central se reducen a “superar la incomunicación y favorecer el reencuentro” con “racionalidad” y “sentido común”. El mejor orden del día es que se sienten, pero es evidente que por parte del gobierno catalán los objetivos van más allá de desbloquear temas pendientes sobre infraestructuras o déficits presupuestarios y se quiere afrontar temas de soberanía, que son, en definitiva, los que han impulsado el procés. Objetivos en las antípodas para empezar, pero una gran noticia para todos.