Paso hacia la normalización

Pese al susto de algunos focos ya localizados, las comarcas del llano de Lleida pasamos el lunes a fase dos, de la misma forma que las del Pirineo también avanzan a la fase 3 y ya no quedará ninguna zona de España en fase 1. Es un paso adelante tras el jarro de agua fría que representó el frenazo de la semana pasada y con esta paulatina normalización se avanza en la cotidianidad con la reapertura de escuelas y colegios con asistencia voluntaria y también en la recuperación de las empresas, especialmente en el comercio y la hostelería, que han sido hasta ahora las que han padecido más restricciones. Se aumentan los aforos, se permite el consumo en el interior de los establecimientos y ya puede abrir cualquier comercio con independencia de su superficie y, según la experiencia de las zonas que han pasado a fase 2, representa un avance significativo hacia la normalidad que ya se toca con la fase 3 que tendrán en el Pirineo y en las comarcas de Tarragona. Queda un escollo importante para la hostelería del Pirineo que es la movilidad entre zonas sanitarias, entre provincias o entre comunidades autónomas sobre las que ha habido notables contradicciones que convendría solventar porque es fundamental para garantizar el inicio de la temporada turística y no debería haber problemas en facilitar el movimiento entre regiones que están ya en la fase 3 de la desescalada, competencia que ahora asumirán las autonomías en sus territorios, y también entre provincias o autonomías que vayan al mismo ritmo. Quedaría para una siguiente fase, fijada en principio para el 21 de junio con el fin del estado de alarma, la apertura de fronteras que pueda facilitar la llegada del turismo francés, que también sería susceptible de adelantamiento como ha sucedido en otros países si lo permite la situación sanitaria. En cualquier caso, es fundamental que no haya relajamientos en las normas sanitarias porque el riesgo de rebrote es permanente y los estudios de seroprevalencia señalan que solo un seis por ciento de los participantes en el estudio ha generado anticuerpos contra el virus, lo que muestra que la epidemia no ha sido masiva y que hay un sector aún muy amplio de la población susceptible de contagio en caso de nuevos focos. Hay que seguir avanzando hacia la normalidad, pero sin olvidar la distancia física, evitando aglomeraciones y extremando los hábitos sanitarios.