Apertura del ocio nocturno o botellón

Más de dos mil personas participaron en la noche del jueves en un macrobotellón en la canalización del Segre en uno más de los episodios parecidos a los que hemos vivido este verano en todas las comarcas. El problema es que en Lleida esta semana ha coincidido con el inicio del curso universitario y las novatadas, aunque estén prohibidas, y las fiestas correspondientes y la falta de otras alternativas por la prohibición de la apertura del ocio nocturno por las normas antiCovid. Y también es comprensible que la juventud, después de año y medio de restricciones, tenga ganas de divertirse y de romper el periodo de ostracismo en el que nos ha sumido la pandemia.

En algunas comunidades ya se ha aprobado la apertura del ocio nocturno, aunque en función del riesgo de la pandemia y con limitaciones como la exigencia del pasaporte Covid, pero en Catalunya el mismo jueves fue el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya quien denegó las medidas cautelares para que pudiera reabrir el sector, aunque uno de los tres jueces se mostró partidario de la reapertura con las precauciones pertinentes. Aquí en Lleida tanto el alcalde Miquel Pueyo como el jefe de la oposición Fèlix Larrosa han coincidido en apoyar la reapertura, porque ayudaría a poner fin a las fiestas en la calle o en otros recintos y en cualquier caso se ofrecería una alternativa de ocio a los jóvenes. Hay que buscar un equilibrio entre las medidas preventivas que siguen siendo imprescindibles para evitar nuevos rebrotes pero también la petición de los empresarios del ocio nocturno que reclaman una minoración de las restricciones como se ha dado en otros sectores y al mismo tiempo las demandas del sector más joven de la población que quiere recuperar la antigua normalidad y busca recintos para divertirse.

Y siempre será mejor centrar las fiestas en recintos preparados y adaptados que hagan cumplir las restricciones en vigor, antes que dejar que las fiestas se trasladen a las calles con las consiguientes molestias para los vecinos que no participen y más riesgos para la propagación de la pandemia.Guerra fría en el PacíficoSin tiempo a cerrar las cicatrices de la retirada de Afganistán, se abre un nuevo foco de tensión en el Pacífico con la alianza entre Estados Unidos, Australia y Reino Unido para controlar la zona que ha irritado a China, el gran adversario proclamado de Biden en su diseño geoestratégico, y también a Francia, que pierde contratos con Australia y la Unión Europea que aún retrocede un poco más en su peso internacional. El objetivo es frenar la expansión de Pekín, pero que nadie dude que habrá respuesta china que sin lugar a dudas perjudicará la recuperación económica y Europa también acabará pagando..