Ho cridem amb il·lusió?

El compañero, y sin embargo amigo, Dani Badía, nos puso sobre la pista. Esta sema, concretamente el miércoles 14 de diciembre, hizo treinta años –¡Dios mio, treinta años ya!– que se escuchó por primera vez en el Camp d’Esports el actual himno del Lleida. Bueno, era el himno de la Unió Esportiva Lleida. Y el partido, un Lleida-Sanse, (así se llamaba el filial de la Real Sociedad) de Segunda B. Ganó el Lleida 2-1.

Y pocos días antes, concretamente el 10 de diciembre, se grabó el tema con letra y música del entonces entrenador leridano, Jordi Gonzalvo, en los viejos estudios de Radio Lleida, en la calle Vila Antònia, en una maratoniana sesión que comenzó a las siete de la tarde y acabó bien entrada la madrugada. La orquesta Harlem’s de Cervera puso la música y el Cor de la Ronya, las voces.

El himno, que para satisfacción de Jordi Gonzalvo, que asegura que aún se emociona cuando lo escucha en el campo, apenas ha envejecido, lo hemos escuchado centenares –¿miles?– de veces en Segunda A, en Primera y, por desgracia, demasiadas en Segunda B. Ayer, en el frío y vacío Camp d’Esports, ante el colista Eldense, pensaba en otros tiempos en los que la letra se ajustaba, como anillo al dedo, a la realidad. “Un crit fort al vent, Segre i sentiment; les banderes volen, son la força de la unió i la grada esclata amb passió”. Algunos rivales, entre ellos Barça y Madrid, lo han experimentado en sus propias carnes... “Blau al firmament, som la Terra Ferma, l’orgull de la nació”. Ahora vivimos del pasado porque la realidad es otra. No hay público, no hay resultados, no hay demasiado juego... Todo resulta triste, gris, anodino y con pocos motivos para la esperanza... Aunque el himno permanece. Y ¿quién sabe? Quizás podamos escucharlo de nuevo con la sensación de que cuando se produzca “un revolt al sol, quan marquem un gol” el público llene las ahora desiertas gradas del Camp d’Esports y vuelva a entonar a pleno pulmón “som del Lleida, visca el Lleida, ho cridem amb il·lusió... El Lleida es el millor”. Hasta entonces, felices navidades!