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Vamos a tirar de tópicos, venga. El fútbol es así. La diferencia entre el éxito y el fracaso viene marcada únicamente porque la pelotita entre o no. Los resultados es lo único que cuenta y no hay pasado ni futuro, solo el último partido. Podríamos seguir, pero ya es suficiente. Ya intuyen que estamos hablando de Cristian Alfonso. Su caso no es nuevo en el fútbol. Ni es el primero ni será el último. El cine estadounidense ya lo ha reflejado en más de una ocasión. El jugador, no importa en qué disciplina deportiva, defenestrado, marginado, entrando con calzador al equipo para convertirse en el héroe, en el salvador de sus compañeros y en el nuevo ídolo de la afición.

Cristian Alfonso llegó esta pretemporada al Lleida con aureola de “crack”, de Segunda B si se quiere pero “crack” al fin y al cabo, por experiencia y por su paso por la Primera División. Su rendimiento no fue el esperado y poco a poco perdió protagonismo a lo largo de la primera vuelta hasta el punto de que en el mercado de invierno se le dio la baja junto al Turu Flores, Guillem Martí o Carlos Indiano.

No llegaron ofertas por él y acabó quedándose en el Lleida bajo el eufemismo, tras la inesperada marcha de Fran Moreno, de que que podía quedarse “si asumía su nuevo rol en el equipo”. Ayer a las 17.02 h, en un escueto comunicado oficial, el club anunciaba que Cristian Alfonso se reincorporaba a todos los efectos a la plantilla del primer equipo con la correspondiente licencia federativa. Poco después su nombre aparecía entre los convocados ante el Ebro con el dorsal número 17. En el tramo final del partido entró sustituyendo a Casares. Pocos minutos para intentar demostrar muchas cosas. Pero, lo decíamos al principio, este deporte tiene estas cosas. El defenestrado jugador, posteriormente indultado y repescado, mandó primero un balón al poste y poco después, ya en el añadido, fue el autor de un gol que valía los tres puntos y que prolonga la racha de resultados positivos del equipo. Ahora ya no es un villano sino un héroe que ha asimilado cuál será su nuevo rol.

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