Y ya le echamos de menos

Curioso el caso de Bojan Radulovic. Aún no se ido del todo al Brighton and Hove Albion Football Club de Sussex y ya le estamos echando de menos aparte de desearle toda la suerte del mundo en su salto a la Premier de la mano de los “gaviotas”. Le echamos de menos porque vemos que, de entrada, los británicos no se muestran reticentes a cederlo al Lleida –cosa lógica si se piensa con frialdad– hasta final de temporada y porque sin él, aunque tampoco haya sido, números en mano, un prodigio goleador, el equipo pierde potencial ofensivo, si finalmente, no vuelve a vestirse de azul.

Bojan aportaba una frescura y una chispa que, por desgracia, no aseguran, ahora mismo, ni Marc Nierga ni Juanto Ortuño. A ninguno de los dos c abe reprocharles entrega, sacrificio y ganas, pero su romance con el gol no pasa por el mejor momento.El segundo porque está todavía en fase de adaptación al equipo y el primero porque, como esto va por rachas, la suya se eternizaba hasta ayer. Nierga, al que sin duda le perjudicó anímicamente el accidente de circulación de estas Navidades, rompió ayer toda una vuelta completa sin marcar. Lo hizo de penalti. Pero hay que tener ganas, confianza y determinación para atreverse a lanzar desde los once metros en una jugada crucial para la suerte de un partido que se encaminaba sin remedio hacia un nuevo empate.

Nos alegramos por Nierga, por el aporte de autoestima que le puede dar el gol de cara al futuro, y también por el equipo porque gracias a una concatenación de resultados, el Lleida, mira por dónde, se ha aupado hasta la quinta plaza, a solo dos puntos de la cuarta, que ocupa el Cornellà y a cinco de la tercera que ostenta el Elche (las dos primeras, ahora mismo, parecen incalcanzables). Otro misterio a resolver es el del público. Ayer la peor entrada de la temporada superando la anterior con lo que el Camp d’Esports se está convirtiendo en una mala imitación del clásico de ciencia ficción “El increíble hombre menguante” dirigida por Jack Arnold en 1957. Véanla.