Ahora toca dar las notas

Una de las muchas excusas que a lo largo de la temporada ponen jugadores y técnicos para evitar hacer valoraciones en un momento puntual –que curiosamente suele coincidir con algo negativo–, es apelar a que “las notas hay que darlas a final de temporada”. Pues por desgracia para el Lleida, la temporada ya se ha acabado. No jugaremos el play off y aquí se acaba la Liga. Es, por tanto, el momento de que quien contrató a jugadores y técnicos para llevar al equipo a otro play off, ponga las notas.

Hay que admitir que no es nada fácil jugar un play off. En Segunda B compiten 80 equipos, de los que a principios de temporada entre 35 y 40 afirman, con más o menos solemnidad, que su objetivo es pelear por el ascenso. Solo lo juegan 16 y solo suben 4.

También hay que darle mucho mérito al Lleida porque, en sus siete temporadas de historia, siempre ha luchado por la parte alta de la clasificación, habiendo disputado tres play off. Esta temporada se ha llegado a la última jornada con opciones. Sin depender de sí mismo, pero con opciones. Y eso tiene un gran valor. Supone un mérito que hay que reconocerle.

Pero el Lleida de Albert y Jordi Esteve es ambicioso y no jugar un play off baja muchísimo la nota. Por tanto, es momento de reflexionar. El club debe valorar si en esta travesía había un buen barco, si había buenos marineros y si había buen capitán. Y también si la ruta elegida era la correcta. No todo es blanco o negro y, en una temporada tan larga, los matices y los detalles son muy importantes.

En cualquier caso, en el fútbol mandan los resultados. Personalmente, siempre he pensado que quien mantiene o cesa entrenadores, o quien mantiene o cambia jugadores, son exclusivamente los resultados. Si éstos son buenos, todo va bien y todo es felicidad. Si no lo son, todo está en cuestión. Todo.

Ayer había que ganar y no se ganó. También hay que recordar que ante dos equipos que han descendido, Formentera y At. Saguntino, el Lleida ha sumado 0 puntos de 12. Todo cuenta para la nota final.