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Obiri Kyei penetra a canasta ante la defensa de Rawson y Diagne.

Obiri Kyei penetra a canasta ante la defensa de Rawson y Diagne.JAVI ENJUANES

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Muchas empresas y equipos están preocupados por la retención del talento de sus trabajadores/as y jugadores/as. Las personas son la ventaja competitiva de la mayoría de las organizaciones y no hay una única forma de retener el talento. Más bien tenemos que poner el foco en cuatro: la misión o razón de ser del equipo; la alineación jugador-posición, los motivadores y el ecosistema organizativo.

Si hablamos de misión, lo hacemos de un proyecto ilusionante, una creencia del por qué hacemos lo que hacemos. ¿Por qué nuestra empresa tendría que importar a alguien? Y una vez tenemos claro eso, tenemos que fichar a personas alineadas con esta creencia con habilidades, competencias, potencial y motivación por su puesto de trabajo. Las necesidades del equipo siempre ante el perfil de los jugadores.

Para conocer los motivadores tenemos que conocer a los jugadores y para conocer a los jugadores hay que preguntar, hablar, comunicarse, vincularse. Y más allá de los jugadores a nivel individual y su encaje, hay aspectos que influyen en la retención o huida del talento como son el sentimiento de pertenencia, trabajo en equipo, liderazgo y clima laboral.

El Força Lleida tiene que invertir y trabajar en crear un ecosistema laboral que fomente estos valores al margen del dinero, las renovaciones y las dificultades por retener a los mejores jugadores.

Miro hacia atrás y veo talentos como Pierre Oriola, Quino Colom, Garret Nevels, Albert Oliver, Volodymyr Gerun, Michael Fakuade, Dani Pérez, Salva Arco, Àlex Llorca, Marc Martí... Todos exLleida y hoy en plantillas de ACB. La victoria de ayer en la pista del filial del Barça dice mucho de la misión del club y del talento de su plantilla.

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