¿Y ahora qué?

Suele decirse que en el mundo del fútbol todo es posible, mientras las matemáticas no digan lo contrario. Pero una cosa son las matemáticas y otra la lógica y el sentido común. El Lleida preparó la temporada con el único objetivo de clasificarse para el play off, hacerlo como primero de grupo y ascender a la Segunda A. Llegar al fútbol profesional es el gran sueño del presidente Albert Esteve y por ello el club confeccionó una plantilla ambiciosa.

La primera vuelta fue espectacular y el equipo se fue de vacaciones en Navidad líder y dando sensación de solidez. Pero nada ha vuelto a ser igual. A pesar de los retoques que se hicieron a la plantilla en el mercado de invierno, el rendimiento del equipo cayó en picado. Los malos resultados se llevaron por delante a Gerard Albadalejo, entrenador que tampoco parecía tener la total confianza de los dirigentes del club, porque en verano le buscaron un relevo.

Llegó Joan Carles Oliva y los primeros resultados fueron buenos. El equipo remontó y se mantuvo en play off. Pero ese efecto positivo desapareció. El Lleida lleva cinco jonradas sin ganar, en las que solo ha marcado un gol y ha sumado 2 de los 15 puntos posibles. Además, ha encadenado dos derrotas ante sendos colistas, el Castellón en casa y ayer en el campo del Alcoyano. Esto no funciona.

¿Y ahora qué? Quedan siete partidos y el equipo no da la sensación de que sea un aspirante al play off. De hecho, se mantiene quinto a rebufo de los puntos que acumuló durante la primera vuelta. En estos casos hay varias opciones. La primera es refugiarse en la autoayuda y apelar a frases del tipo “esto lo vamos a sacar adelante”, “tenemos que estar todos juntos”, “este equipo puede con todo” y tantas frases recurrentes como quieran. Puede que funcione, o puede que no.

Queda también contratar a un psicólogo deportivo, apostar por la mano dura y advertir a la plantilla con bajas. Y por supuesto, volver a cambiar de entrenador. Puede que funciones, o puede que no. Lo que no se puede hacer es rendirse. Pero insisto... ¿Y ahora qué?