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Los jugadores del Ilerdauto Nissan Pardinyes celebran el título de campeón en el centro del Barris Nord, sede de la final.

Los jugadores del Ilerdauto Nissan Pardinyes celebran el título de campeón en el centro del Barris Nord, sede de la final.POL PUERTAS

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La historia del deporte está llena de equipos que, sin ser extraordinarios, lograron alcanzar grandes gestas. Detrás de esos casos solo puede haber tres cosas: un jugador estelar que sobrasale del resto y tira del equipo, un grupo muy unido capaz de sobreponerse a cualquier adversidad o un entrenador que tiene la virtud de sacar lo mejor de cada uno de sus jugadores.

No son pocos los que defienden que un equipo es el reflejo del carácter de un entrenador. Mané, un tipo con carácter, llevó a la UE Lleida a lo más alto. No era un equipo dechado de talento, pero era muy difícil ganarle. Ayer mismo, en Lleida tuvimos otro ejemplo. El CB Pardinyes se proclamó campeón de la Lliga Catalana LEB. Para los que no lo saben, estos chicos, que tras tres play off consecutivos se han metido en la Liga LEB Plata de baloncesto, estan dirigidos por un entrenador que es todo un crack: Gerard Encuentra. Nunca ha tenido el presupuesto más alto de la categoría, pero sus equipos reflejan su carácter y su talento y sí, cuesta mucho ganarles.

¡Y qué decir de Albert Folguera! Ha hecho al Lleida Llista dos años consecutivos campeón de Europa y tampoco maneja un presupuesto para tirar cohetes.

Cuando el Lleida eligió a Molo, el hecho de que esta fuera su primera experiencia profesional generó algunas dudas. Los conocimientos, es evidente que los tiene, como cualquier otra persona que tenga el título. Su carácter es solo suyo. Y ya ven, la clave es el entrenador.

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