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Miki Feliu, presionado por el puertorriqueño Peña.

Miki Feliu, presionado por el puertorriqueño Peña.POL PUERTAS

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Estas fiestas navideñas favorecen los encuentros con la familia y los amigos. Es lo que hacemos cada año las exjugadoras del Medina, que nos reunimos siempre el 28 de diciembre en la típica cena para recordar viejos tiempos y hablar también de baloncesto que es, en realidad, lo que nos gusta y nos une.

Entrando ya en materia, estamos en una situación complicada. La directiva tendrá mucho trabajo si quiere reflotar a un equipo que estaba muy tocado hace unas semanas. La llegada de Gustavo Aranzana está siendo un buen revulsivo y así lo apuntó el triunfo balsámico conseguido en Palma y la casi victoria de ayer ante el Breogán, dos equipos de la parte más alta. El equipo debe enseñar sus garras y luchar desde el primer minuto si quiere ganar partidos. También hace falta un buen fichaje de clase, lo que sería una excelente noticia.

La plantilla es como una orquesta, tenemos nuevo director que lleva la batuta, pero algunos jugadores no afinan lo suficiente, falta algún solista con talento que dé con la tecla y se marque un concierto a lo grande, sin desafinar y se lleve al resto a una armonía total. Cada partido debe ser un suma y sigue... para salvar la categoría y, quién sabe, si la confianza y la seguridad se apoderan del Força Lleida, igual será más fácil de lo que nos pensamos finalizar la Liga sin sufrimientos excesivos. Este es el camino. Es el cambio de actitud de la plantilla el que propiciará la llegada de triunfos y son los jugadores los que tendrán que ponerse las pilas si quieren que la afición vuelva a confiar en ellos, después de unas jornadas un tanto decepcionantes. Ayer ya empezó a haber sintonía. No hay que bajar la guardia y esperamos con ilusión sumar las victorias necesarias para acabar la temporada sin sustos. Sería un gran regalo de Reyes!

Miki Feliu, presionado por el puertorriqueño Peña.

Miki Feliu, presionado por el puertorriqueño Peña.POL PUERTAS

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