Equilibrio y continuidad

Es difícil mantener siempre el mismo nivel de juego después de venir de un inicio de temporada bastante negativo, con cambio de entrenador incluido y marcha y llegada de nuevos jugadores. Ni los grandes equipos pueden llegar a conseguirlo. A veces se ganan partidos dificultosos –como ayer, enorme victoria– y, en otras, se pierden algunos que parecía que serían fáciles. Con esta plantilla costará mucho conseguir una continuidad de resultados positivos. Ha faltado el fichaje de un buen base que repartiera juego y que fuera anotador.

La tranquilidad se hubiera obtenido con la llegada del base que todos hubiéramos deseado, pero como la economía del club no está para tirar cohetes, habrá que aguantar hasta el final con lo que hay y, como dice el entrenador, rezando para que no haya lesiones.

El Força Lleida intenta dar todo lo que puede en la pista. Las cosas saldrán mejor o peor, pero no podemos obviar el esfuerzo y trabajo de todos los jugadores dirigidos por un experto entrenador como es Gustavo Aranzana. Las limitaciones son evidentes ante cada uno de los rivales que cuentan con una plantilla sin grandes estrellas. Los que gozan de un buen poder económico y pueden realizar buenos fichajes son los que “teóricamente” logran mantenerse en los lugares de privilegio de la clasificación general y luchan por conseguir un puesto en el play off de ascenso.

La mejor situación en la vida, en general, es el equilibrio. Éste permite que nos mantengamos a flote en muchas ocasiones y si lo aplicamos al mundo del basket también nos sirve. Los altibajos son los que te hacen tambalear, no vale que unos partidos los juguemos de manera espectacular y en otros prácticamente no demos la talla. Lo dicho: equilibrio y continuidad son dos premisas para salvar la categoría.