Gas con temblores

Vinaròs resulta un destino relativamente próximo para cualquier vecino de Lleida que pueda permitirse unos días estivales de playa en el Mediterráneo. No es, desde luego, el más frecuente, pero no es imposible encontrar gente de Lleida a esas alturas de las costas de Castellón. Pues bien, a sólo 20 kilómetros de sus playas puede verse, en los días de cielo claro, la inmensa plataforma del Castor, el gigantesco depósito de gas puesto en marcha por ACS, la empresa de Florentino Pérez, por cuenta del ministerio de Industria.

El proyecto se detuvo a causa de los sucesivos seísmos que se produjeron en la zona desde que comenzó la construcción de la plataforma y finalmente el Gobierno decidió la paralización definitiva y aprobó una indemnización de 1.350 millones de euros para la empresa que pagaremos todos los españoles a través de la factura del gas. Aun así, y después de dos estudios de los institutos Geológico y Geográfico, no quedaba claro si el causante de los temblores de tierra era o no el Castor. No quedaba claro a los expertos, porque el resto de la humanidad sabía sin ningún género de duda que la relación entre Castor y terremotos era innegable.

Ahora se ha conocido el estudio encargado al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la facultad de Ciencias más prestigiosa del mundo y sus conclusiones son demoledoras: la relación entre Castor y terremotos es innegable y además se corre el riesgo de un gran seísmo si continúa la inyección de gas en la falla de Amposta, de hasta 6,8º. Falta saber si alguien pagará por tanta incompetencia.