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© Jornada 'Retos futuros del sector sanitario'
Òscar MirónTodas las imágenes y contenidos de SEGRE.com tiene derechos y no se permite su reproducción y/o copia sin autorización expresa.
© Juan Cal
Revelador debate el que se produjo ayer en la Llotja sobre el futuro del sector sanitario de Lleida, y de Catalunya, organizado por SEGRE y HLA Perpetuo Socorro. La conferencia del profesor López Casasnovas sirvió para enmarcar con datos objetivos la realidad de un sector que no debería diferenciarse entre público y privado –porque todo es público–, sino en función de la titularidad del prestador de ese servicio público. Y a partir de ahí, en todo caso, evaluar la eficiencia de quien presta el servicio. Se trata, como quedó de manifiesto, de un debate demasiado contaminado por prejuicios políticos y profesionales. Existen demasiados intereses en juego y a veces se impone la simplificación en un asunto que sólo es posible afrontar con soluciones complejas. Convendría no olvidar que uno de los elementos que sirve para suavizar las cargas del sector público es precisamente el hecho de que existan en toda España nueve millones de personas que se pagan una póliza privada que, en la mayoría de los casos, reduce las listas de espera en el servicio público de salud. Las intervenciones de la mesa redonda ayudaron a comprender esa complejidad del problema sanitario, no solamente catalán, sino en todo el mundo, donde la tendencia es que aumente la demanda de prestaciones y disminuya el presupuesto disponible. Una contradicción difícil de resolver y que sólo será posible en la medida en que los criterios de eficiencia primen sobre los de oportunidad política. Hace falta más valentía de los políticos y menos prejuicios.