Un debate frustrado

el debate de TV3 sobre las elecciones europeas acabó frustrando la expectativa de muchos espectadores que contaban con la presencia de Oriol Junqueras y Toni Comín, e incluso de Carles Puigdemont, que se había animado al saber que su gran contrincante electoral disponía del permiso de la Junta Electoral. En este sentido, el debate resultó frustrado y más aún cuando el representante de Junts per Catalunya, Aleix Sarri, anunció que abandonaba el plató tras el veto de la Junta Electoral a la presencia de Comín o de Puigdemont con el argumento peregrino de que dispondría de un trato de favor respecto de sus contendientes. También era bastante peregrino impedir a Junqueras la presencia en el debate con la excusa de los horarios de la prisión. Solo al propio Junqueras le habría perjudicado trasnochar fuera de su celda. Y más aún en víspera de festivo, sin la obligación de madrugar al día siguiente para acudir al juicio. Son ganas de poner obstáculos al derecho de participación política de unos ciudadanos que, a día de hoy, mantienen intactos sus derechos de sufragio activo y pasivo. El candidato de Esquerra decidió permanecer en el plató y contó con el elogio de Esteban González Pons, del PP, que más bien parecía una puñalada por la espalda que un acto de solidaridad. Hay apoyos que mejor no tenerlos. Al final la dirección de TV3 tuvo que tomar una decisión salomónica sobre el minuto de oro. Es una pena que con tanto incidente, apenas quedase espacio para un interesante debate entre buenos oradores sobre el futuro de Europa.