Sí se puede (la moción de censura)

La primera semana del año se han publicado varias noticias afirmando que, para que pudiera prosperar la moción de censura en el ayuntamiento de Lérida, se requería una “mayoría reforzada”, dado que no se había cambiado la legislación electoral. Esto sencillamente no es correcto, porque el precepto al que se agarran tales afirmaciones ha sido declarado nulo por el Tribunal Constitucional. Dicho de otra forma: la mayoría reforzada en el caso de los concejales no adscritos “no ha existido nunca”.

Array No se puede exigir de ningún modo, y la moción de censura “solamente” requiere de mayoría absoluta para salir adelante. Resulta curioso que se siga insistiendo en el argumento de la mayoría reforzada. ¿A quién le interesa que este error cale en los vecinos de Lleida? ¿Quién puede sacar provecho de no celebrar una moción de censura, defendiendo que no hay una mayoría alternativa cuando sí que existe?En primer lugar, a este equipo de gobierno.

Reducido a minoría por su arrogancia y superioridad moral, ha conseguido enfrentar a vecinos, barrios y hasta sus propios socios de gobierno, que han terminado siendo expulsados “por falta de confianza” (y de paso liberando puestos de confianza que pueden ocupar ellos). Atrapados en esta minoría, ven cómo todos sus proyectos egoístas son tumbados o cuestionados uno tras otro. Y, por primera vez desde que celebramos elecciones, nos quieren imponer un presupuesto contra la voluntad de la mayoría de los vecinos de la ciudad.

Unos presupuestos pensados para complacer a sus egos (por eso los venden como los mayores presupuestos de la historia), pero que dan la espalda a los vecinos, autónomos y trabajadores públicos (albergue de Pardinyes, comercio local, empresa, trabajadores públicos...). Su excusa es simple y llevan defendiéndola desde hace meses: no hay alternativa. O ellos o nada.

Solo que ahora sí se puede. Ahora los números sí dan.Y, en segundo lugar, a los que pudiendo aprobarla no quieren hacerlo y buscan excusas artificiosas.Aquí es donde entra la responsabilidad de todos los miembros de la oposición. Todos.

Lleida sigue atravesando la peor crisis sanitaria y económica desde que vivimos en democracia. Y al frente tenemos un ejecutivo más pendiente de agradar a sus jefes y amigos que de las necesidades de los vecinos. No vale escudarse en razones históricas o retóricas, rencillas personales o en “mayorías reforzadas” inexistentes.

Tenemos el deber de articular una alternativa que consiga un pacto de mínimos, basado en la pacificación de los barrios, la limpieza, la seguridad y la recuperación económica. Sin egos. Sin “y tú, más”.

Sin excusas. Por eso es importante desmontar las evasivas que se dan para formar esta alternativa. Sí se puede hacer una moción de censura.

Sí podemos ponernos de acuerdo. Lo hemos demostrado muchas veces, y no solamente para decir que no al equipo de gobierno. Propuestas nuestras como la mesa de recuperación económica, ayudas a emprendedores, bonos de consumo o la mesa de trabajo para afrontar la limpieza de Lleida se han aprobado por todos los grupos de la oposición.

Hay margen para devolver esta ciudad a la senda de la recuperación y la concordia, si se aparcan los complejos y las rivalidades hasta las próximas elecciones municipales de 2023. Ya discutiremos entonces. Pero ahora dejémonos de excusas.

Empiezo yo: sí se puede plantear y llevar a cabo una moción de censura en la Paeria de Lleida.