El presidente ruso, Vladímir Putin, expresó este miércoles al secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, su disposición a reanudar la cooperación militar en Siria, siempre que EEUU confirme que el objetivo es la lucha contra los grupos terroristas. De esta forma, deja claro que no prevé dejar de apoyar al presidente sirio, Bashar al Assad. Así lo dijo el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov con Tillerson después de reunirse los tres en el Kremlin, en referencia al acuerdo que mantenían EEUU y Rusia para evitar incidentes aéreos en Siria.
Lavrov y Tillerson apoyaron que se investigue el ataque químico de la pasada semana en la provincia siria de Idleb, pero discreparon sobre el futuro del régimen de Bachar al Asad.
Al respecto, Tillerson aseguró que, en opinión de Washington, el régimen de Asad planificó y perpetró el ataque químico en el que murieron cerca de un centenar de personas el pasado 4 de abril. Y aseguró que dicho ataque “solo fue uno de los casos relacionados con el uso de armas químicas por parte del régimen de Asad”, que cifró en 50 incidentes.
En cuanto al futuro de Asad, volvió a insistir en que “el reinado de la familia de Asad está llegando a su fin” y que la comunidad internacional.
Dijo que Rusia, como “el aliado más cercano” de Damasco, debe hacer comprender a Asad esa realidad irrefutable, al tiempo que añadió que ambas partes coinciden en la necesidad de una Siria “unida y estable”.
El jefe de la diplomacia rusa recordó lo ocurrido cuando Estados Unidos decidió promover el derrocamiento de los líderes de la antigua Yugoslavia, Libia e Irak, y subrayó que la caída de Asad solo beneficiaría al Estado Islámico.
Asimismo, Tillerson admitió que las relaciones entre ambos países están a un nivel “muy bajo” y que eso no es posible entre las dos grandes potencias nucleares.