El presidente de EEUU, Donald Trump, consideró este martes “muy, muy provechoso” el encuentro mantenido la semana pasada con el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, envuelto en la polémica por la supuesta filtración de información clasificada.
Trump reconoció en un ‘tuit’ que compartió datos y que está en su “absoluto derecho”, pero su asesor de Seguridad Nacional, H.R. McMaster, aclaró ante los medios que la conversación fue “completamente apropiada” y no supuso ninguna “brecha” en materias clave. “Como ha dicho el general McMaster (...), mantuvimos un gran encuentro con el ministro de Exteriores”, dijo Trump, que espera “muchos éxitos” de cara a los próximos años si se profundiza en la colaboración. “Nuestra lucha es contra Estado Islámico”, advirtió el presidente durante una comparecencia junto a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, quien subrayó ante el líder estadounidense que “no hay lugar” para grupos “terroristas” como las YPG kurdas.
Según el Washington Post, que citó a altos cargos, Trump reveló información altamente clasificada a Lavrov y al embajador ruso, Sergei Kisliak, que había sido proporcionada a EEUU por uno de sus aliados internacionales sin autorización para compartirla con el Kremlin. Esta información habría llegado a la Casa Blanca tras un intercambio de Inteligencia considerado altamente sensible, tanto que sus detalles se le ocultaron a los demás aliados y han estado restringidos incluso dentro del Gobierno de EEUU. Además, esta revelación deja en evidencia al gabinete de prensa, que había negado la filtración.
Rusia es uno de los principales aliados internacionales del régimen de Bashar al Asad, a quien apoya con tropas sobre el terreno, fuerza aérea y equipos militares, de ahí la preocupación por que esta información pueda llegar al Gobierno sirio y comprometer las capacidades de Inteligencia de este socio de EEUU.