Inmigrantes de Lleida piden quitar poder a los imanes

El portavoz de la asociación cultural Atlas de Lleida, Omar Charah, reclamó este martes la necesidad de quitar poder a los imanes como representantes de la comunidad musulmana y que los propios musulmanes “denuncien el radicalismo de sus mensajes y no estén callados” cuando se produzca.

Charah señaló que actualmente a los imanes “no los elige nadie” y “no se sabe de qué viven” y reclamó que las administraciones no colaboren con ellos tomándoles como interlocutores, pactando con ellos y dándoles ayudas.

“Es un error gravísimo no dar clases de árabe en las escuelas, con personas cualificadas y no religiosas. Acaban dándolas en madrasas en las mezquitas y son lugares de reclutamiento”, denunció.

Advierten que no impartir clases de árabe en los centros educativos fortalece a las mezquitas

La solución pasa, señaló, por cortar las relaciones con el Consejo Islámico de Catalunya y reunir en una mesa redonda a todas las personas y entidades “que quieren trabajar democráticamente para sacar adelante proyectos”, como el combate del fracaso escolar de los jóvenes musulmanes, que es muy alto.

El portavoz de la asociación Magrebeida, Abderrafie Ettalidy, defendió que “las mezquitas deben tener un discurso moderado y actual”. “El imán que dé discursos radicales debe acabar en la cárcel. Los imanes juegan un papel importante en la educación de los jóvenes que van a la mezquita”, afirmó. “Trabajar en la educación es la única solución, desde pequeños, y el papel de la familia es fundamental”, resaltó.

Mientras, musulmanes de Ripoll reclamaron este martes la necesidad de establecer más control de los imanes de las mezquitas y que sea el Gobierno marroquí quien les designe tras comprobar que no tienen antecedentes.

Medidas para detectar la radicalización de alumnos Los centros educativos cuentan con un protocolo de las consellerias de Interior y Enseñanza para detectar conductas de alumnos que podrían derivar en una radicalización islamista. Se impulsó el curso pasado y Enseñanza ha ofrecido formación a la comunidad educativa, para que disponga de instrumentos y orientaciones pedagógicas para actuar al respecto. El documento determina factores de riesgo de procesos de radicalización islamistas vinculados al desarrollo personal, como la dificultad para gestionar las emociones, las bajas expectativas de éxito o proximidad a iguales radicalizados, y también otros relacionados con el contexto escolar, como dificultad de establecer vínculos con el alumnado. Asimismo, determina riesgos relacionados con el ámbito familiar, como la falta de implicación de los padres en el centro, y con el contexto social, como la falta de recursos económicos, la presión del grupo, la influencia de las redes sociales o la falta de enraizamiento. El protocolo incluye actividades didácticas para alumnos desde educación Infantil y trabaja simultáneamente para prevenir la islamofobia que puede surgir como consecuencia de actos terroristas y el acoso escolar a alumnos musulmanes por causas religiosas. También indica que en caso de atentado terrorista (el protocolo es anterior al de Barcelona) los centros no han de alterar su actividad ni horarios y los docentes han mostrar tolerancia cero a las acciones violentas. Por otra parte, el PP de Catalunya reclama “coordinación máxima” entre la dirección general de Infancia y Adolescencia y la secretaría de Migraciones “para gestionar la llegada masiva de menores extranjeros sin acompañantes”.