Rectorado okupado y manifiesto de la UdL contra la represión policial

Estudiantes de la Universitat de Lleida iniciaron ayer un okupación indefinida del Rectorado a favor del referéndum y contra las actuaciones policiales y judiciales del Estado para evitarlo. Consideran que esta situación les obliga a movilizarse y a “estar en la calle y no en las aulas” y aseguran que mantendrán el encierro “hasta que ganemos”. Tienen previsto pasar la noche en aulas y se irán movilizando en función de cómo evolucione la actualidad hasta el domingo. De hecho, el pasado día 20, estudiantes ya okuparon el edificio.

La jornada reivindicativa de ayer comenzó con un ‘pasaclases’ en el campus de Cappont, en el que los alumnos entraron en las aulas para exponer a estudiantes y docentes su postura y pedirles que se unieran a la movilización. Después, unos 150 estudiantes marcharon por las calles, cantando consignas como “Els carrers seran sempre nostres”, hasta el Rectorado, donde les esperaban otro centenar. Allí siguieron con el ‘pasaclases’, celebraron una asamblea y protagonizaron una performance donde los estudiantes, y algunos profesores, simularon una votación en urnas de cartón, con papeletas como las oficiales, que también lanzaron desde la terraza del Rectorado. También participaron concejales de ERC y la Crida-CUP.

Para hoy está prevista una concentración antes del claustro extraordinario convocado por el equipo rectoral. Precisamente, una comisión redactó ayer un manifiesto que se hará público en claustro, y que el gobierno de la UdL asume como propio, que expresa su postura sobre las actuaciones del Estado, “que coartan el ejercicio de las instituciones de autogobierno de Catalunya y limitan las libertades individuales”. El manifiesto condena las detenciones e imputaciones de cargos, el uso de la “intimidación y la arbitrariedad” en lugar del debate político, rechazan la intervención de las cuentas de la UdL y da su apoyo a cualquier miembro de la comunidad universitaria que se pueda ver incriminado en el proceso. Ratifica el acuerdo del claustro del 30 de mayo de 2014 de “apoyo al pueblo catalán para decidir llibremente y democráticamente su futuro colectivo”, defiende “el derecho indiscutible de Catalunya al pleno ejercicio de su autogobierno” y remarca que el diálogo es la única vía para solucionar “un conflicto que tiene una naturaleza estrictamente política”.