Manifestación histórica en Lleida contra la represión policial para frenar el referéndum

Lleida salió ayer en masa a la calle en una manifestación histórica para mostrar su indignación, de forma cívica y pacífica, por la represión de la Policía Nacional y la Guardia Civil para frenar el referéndum. La delegación de la Generalitat cifró la asistencia en 45.000 personas, por lo que es la segunda más multitudinaria, después de la movilización del Onze de Setembre del año pasado. La marcha estaba convocada por la Taula de la Democràcia a las 18.00 horas en Ricard Viñes, pero media hora antes ya estaba a rebosar y llegaban tractores y más tractores, e incluso excavadoras. Unos 150. Algunos se quedaron en los puentes para impedir el eventual paso de furgonas de las fuerzas de seguridad del Estado que estaban estacionadas en Cappont. Los Bomberos, recibidos con una gran ovación, hicieron un cordón de seguridad a ambos lados de la calle para evitar incidencias, debido a la gran cantidad de gente que desbordaba la plaza. Se unieron agentes rurales, también aplaudidos. Antes de iniciar la marcha, los manifestantes ya coreaban consignas como “aquestes són les nostres armes”, al tiempo que levantaban las manos, y “fora les forces d’ocupació” o “no tinc por”. Predominaban las esteladas y senyeres, pero también algún participante acudió con una bandera española a modo de capa y otro portaba un cartel con el lema “no comparto la independencia, pero no tolero la violencia”. La movilización reunió también a representantes de partidos políticos, sindicatos, entidades varias e incluso abogados vestidos con toga. La manifestación comenzó a caminar tras una pancarta con el lema “contra la repressió i per les llibertats” y se dirigió hacia Balmes y Rambla d’Aragó. La multitud era tal que cuando la cabecera llegó a la altura del edificio de los sindicatos por el otro extremo seguía habiendo gente parada en Ricard Viñes. Frente a la delegación de la Generalitat, gritos de “independència” y “fem història, no fem mal” y ante la Paeria, y también durante el recorrido, corearon “Àngel Ros dimissió”. La manifestación siguió por la avenida de Madrid y Blondel y concluyó con un manifiesto en Francesc Macià (ver página 5).