Trapero, destituido, reclama lealtad de los mossos a los nuevos mandos

El Gobierno español publicó la madrugada del sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el cese de Josep Lluís Trapero como Major de los Mossos. Lo hizo en el marco de las medidas de aplicación del artículo 155 de la Constitución avaladas por el Senado. Trapero acató el cese y se despidió en una carta en la que pidió a todos los miembros del cuerpo “lealtad y comprensión” en las decisiones de los nuevos mandos. En el documento Trapero, que será sustituido por uno de sus comisarios superiores, Ferran López, comunica su cese como jefe del cuerpo: “No es un día fácil para mí”. “Hace mucho tiempo que los Mossos nos hemos acostumbrado al ruido que envuelve cualquiera de nuestras actuaciones pero también hace mucho tiempo que hemos aprendido que éste no nos condicione en el día a día, y así lo continuaremos haciendo”, afirmó. Así, dijo a los policías: “Tenéis que continuar escribiendo el futuro. Los mandos que toman el relevo os ayudarán a hacerlo, y os pido, como siempre habéis hecho, lealtad y comprensión hacia sus decisiones”. Indicó que la “tristeza” que siente personalmente se ve superada por la satisfacción de cómo se ha construido el cuerpo de Mossos en los últimos años.

En la misiva, subrayó que la policía catalana es “confiable, especializada, con una estructura de mando que asume sus responsabilidades el día a día”, y en la que sus valores se manifiestan en la función policial diaria. Pidió disculpas a sus agentes por la exigencia poco compensada y porque no siempre la defensa del cuerpo ha impedido que los agentes sufrieran “consecuencias e incomprensión”, y también a los agentes que se han sentido olvidados. Para concluir, Trapero ha resaltado: “Mossas y mossos, recibid todo mi afecto y os expreso el inmenso honor y agradecimiento por haber sido vuestro jefe”. También los Mossos, que desde ayer están bajo el mando del Gobierno tras la destitución de la cúpula del departamento de Interior, acordaron retirar el servicio de escolta a los hasta ahora consellers de la Generalitat, aunque aún lo mantienen por motivos de seguridad para Carles Puigdemont.

La policía catalana retira la escolta de los consellers cesados por el Gobierno, no así la del president

Por otra parte, la lista de las competencias que anunciaron que asumirán los diferentes ministerios del Gobierno español con la aplicación del artículo 155 es larga. El ministerio de Cristóbal Montoro, que desde hace días ya controla las finanzas de la Generalitat, controlará por decreto también entidades como la de Juegos y Apuestas de la Generalitat, que entre otras cosas organiza el sorteo de la Grossa de Fin de Año. Pero también asumirá todas las responsabilidades de áreas mucho más decisivas, como la dirección general de Tributos, por donde pasan los impuestos propios y cedidos, o la misma dirección general de la Intervención, desde donde se controla toda la gestión y la contabilidad de la Generalitat o la contratación pública. El 155 también da poderes al ministerio para decidir directamente en el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías, el CTTI.

Al ministerio de Fomento, el 155 le permite asumir el mando en las funciones como los puertos y aeropuertos que dependen de la Generalitat, como el de Alguaire, o de los Ferrocarriles de la Generalitat (el tren de La Pobla de Segur) y las carreteras y autopistas de la Generalitat. Por su parte, el director del Aeropuerto de Alguaire, Antoni Serra, señaló ayer no haber recibido ninguna comunicación al respecto “y tampoco espero que llegue”, dijo. A Fátima Báñez, la ministra de Trabajo, el 155 le otorga el control del Servicio Público de Empleo, el SOC, del consell de Relaciones Laborales, de las entidades sociales del tercer sector o las cooperativas catalanas. Entre las direcciones generales que quedan intervenidas destaca la de Patrimonio, que custodia los bienes patrimoniales catalanes (también el arte en litigio), el Servei Català de Salut, la dirección general de Atención a la Infancia y Adolescencia (DGAIA), la ACA, Incasòl y la dirección general de Política Lingüística, entre otras.