May cede y los europeos que lleguen al país antes de 2021 mantendrán sus derechos

El jefe negociador comunitario, Michel Barnier, y el ministro británico para la salida de la Unión, David Davis, cerraron ayer un acuerdo sobre el periodo de transición del Brexit, que comenzará el 30 de marzo de 2019, día en el que Reino Unido abandonará formalmente el club europeo, y se prolongará durante 21 meses, hasta el 31 de diciembre de 2021. Durante este periodo, y en contra de lo que había venido defendiendo el Ejecutivo de Theresa May, los ciudadanos comunitarios que se muden a Gran Bretaña gozarán de los mismos derechos que los europeos llegados a las islas antes del Brexit. Y ello, pese a que Reino Unido habrá perdido ya su capacidad de decisión en el seno de las instituciones de la Unión Europea porque, en palabras de Barnier, “ya no será Estado Miembro” durante el periodo de transición. No obstante, el jefe negociador comunitario subrayó que “nada está acordado hasta que todo está acordado” y señaló que todavía hay cuestiones importantes en las que no se ha llegado a un entenidimiento como las indicaciones geográficas, la protección de datos o el reconocimiento automático de sentencias. Otro asunto que tampoco ha sido cerrado en este pacto es el de la frontera irlandesa. En este sentido, Barnier insistió en que Europa está abierta a estudiar “todas las opciones” que eviten una frontera “dura” entre Irlanda e Irlanda del Norte y que garanticen el mantenimiento de los acuerdos del Viernes Santo a la vez que permitan conservar la integridad del mercado interior único. Por su parte, Davis se mostró partidario de encontrar una solución “aceptable para ambas partes” y apuntó a que “nuestra intención sigue siendo lograr una asociación tan estrecha entre la Unión y Gran Bretaña que no requiera medidas específicas en relación con Irlanda del Norte”.