Reino Unido acusa a dos espías de Rusia de envenenar a los Skripal

Los fiscales británicos identificaron ayer a dos ciudadanos rusos como los sospechosos de intentar asesinar al exespía ruso Sergei Skripal y su hija el pasado mes de marzo, aunque aclararon que no pedirán su extradición, dado que Rusia no extradita a sus ciudadanos.

Los dos sospechosos son Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, a quienes los fiscales acusaron también de intentar asesinar a un oficial de Policía que resultó afectado por el mismo agente nervioso. Los fiscales emitieron órdenes de arresto europeas en su contra. “No solicitaremos a Rusia la extradición de estos hombres ya que la Constitución rusa no permite la extradición de sus propios nacionales”, explicó la directora de Servicios Legales de la Fiscalía, Sue Hemming.

Los imputados estuvieron en el Reino Unido en las fechas en las que se produjo el envenenamiento

Según explicó el jefe antiterrorista de la Policía británica, Neil Basu, se trata de dos varones de unos 40 años que viajan con pasaporte ruso, aunque lo más probable es que no lo hagan con sus verdaderos nombres. La Policía británica pudo constatar que ambos estuvieron en Reino Unido entre el 2 y el 4 de marzo. Además, Basu celebró la imputación de los dos sospechosos por el envenenamiento y dijo que es el resultado de una “investigación muy larga y compleja”.

Por otro lado, la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, aseguró ayer que los dos ciudadanos rusos imputados son oficiales de los servicios de Inteligencia del país centroasiático. “No se trató de una operación solitaria”, sostuvo en declaraciones ante el Parlamento.

Por su parte, la portavoz del ministerio de Exteriores rusa, María Zajarov, instó al Reino Unido a “pasar de las acusaciones públicas y manipulaciones con la información a la cooperación práctica entre los servicios de seguridad”.