ERC apuesta por un “referéndum verificable” pactado con el Estado

El adjunto a la presidencia de ERC, Pere Aragonès, abogó ayer por “construir las condiciones” para que los catalanes puedan ejercer el derecho a la autodeterminación en el marco de un “referéndum verificable internacionalmente en el que podamos votar libremente, sin miedo por nuestra integridad física y en el que el debate esté centrado en las diferencias opciones”. En este sentido, Aragonès pidió tejer una “mayoría inapelable” que obligue al Estado a negociar. Con todo, subrayó que su punto de partida sigue siendo el 1-O, “que ganamos” y que para el también vicepresident fue “el punto de no retorno, el momento fundacional de la Catalunya republicana”. En esta línea, la secretaria general de la formación, Marta Rovira, insistió en que el camino de la independencia no tiene marcha atrás. Por ello, reclamó “consenso” y “grandes acuerdos” a las formaciones independentistas, aunque rechazó que se “uniformicen”. “El independentismo únicamente ha avanzado cuando ha sido capaz de tejer grandes consensos”, recordó. Igualmente, el dirigente republicano Sergi Sabrià se comprometió a que su formación sea “como siempre, la punta de lanza en la defensa de todas las libertades y derechos amenazados”.

Por otro lado, la portavoz de ERC, la leridana Marta Vilalta, afirmó que “no habrá normalidad mientras hayan presos políticos y exiliados”. A este respecto, insistió en denunciar “la falta de garantías del procedimiento penal” en el Tribunal Supremo y dijo que “la única opción que contemplamos es la liberación de todo el mundo, y que se acabe la persecución judicial”. Al hilo de esto, el diputado en el Congreso Gabriel Rufián alertó de que va a ser “muy complicado” que ERC apoye los presupuestos generales del Estado con “compañeros encerrados en la prisión”. Todo ello, el mismo día en el que el número 1 del PDeCAT, David Bonvehí, ya había asegurado que su partido no tendría “ningún reparo” en retirar el apoyo parlamentario al Gobierno socialista si el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, practica las mismas políticas respecto de Catalunya que su antecesor, Mariano Rajoy.