Hallan los restos del submarino argentino desaparecido hace un año

La compañía estadounidense Ocean Infinity halló el pasado jueves los restos del submarino argentino que desapareció hace un año con 44 tripulantes a bordo. Según indicó la empresa de rastreos marítimos, la nave está localizada a unos 800 metros de profundidad y a 600 kilómetros de la ciudad patagónica de Comodoro Rivadavia. Ahí se había montado el centro de operaciones durante la búsqueda en la que participaron Estados Unidos y Rusia, entre otros países, y que no logró encontrar la ubicación del submarino durante las primeras búsquedas. Gabriel Attis, el jefe del predio naval de la ciudad Mar de Plata, destino al que se dirigía el submarino naufragado ARA San Juan, aseguró que “se encuentra en una hondonada de 907 metros. Eso es lo que hacía que quedase oculto a los sónares”. El exvocero de la Armada Argentina, Enrique Balbi, afirmó que el submarino sufrió una implosión que abolló su estructura y que esto ocurre “cuando la presión externa del mar a cierta profundidad supera a la atmósfera contenida en el interior del submarino”.

Antes de anunciar el hallazgo del submarino, las autoridades advirtieron a los familiares de los tripulantes de que estos habían fallecido a bordo. “Todavía tenía esperanzas de que pudieran estar vivos”, dijo Luis Niz, padre de uno de los marinos, visiblemente conmovido. Yolanda Mendiola, madre del cabo primero Leandro Cisneros, de 28 años, indicó que se encontraba reunida con otros familiares de los tripulantes a la espera de más detalles. “Estamos con los otros familiares, nos van a mostrar las fotos, dicen que los chicos están adentro (del submarino).

A la petición de las familias de sacar a flote los restos de la nave, el ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad, dijo que “será difícil”porque su país no tiene los equipos para sacar a flote el submarino. “No teníamos medios ni siquiera para bajar a las profundidades del mar. El jefe de la Armada, José Villán, dijo que “hay dos límites que exceden nuestro conocimiento. El primero es legal, porque es la Justicia la que debe determinar cuándo se pueden remover las partes del submarino. El otro límite es práctico. Ahora no podemos ni afirmar ni negar que pueda ser reflotado”.